La definición básica de la responsabilidad social empresarial establece que las organizaciones, en el entorno en que estén, deben hacer bien su misión y rendir cuentas de sus impactos a la sociedad. Eso aplica también a la Responsabilidad Social Universitaria, RSU; no obstante, en este último caso su importancia pareciera ser mayor, ya que se está formando profesionales que luego pueden desempeñar cargos de gestión en empresas u organizaciones públicas.
Así lo cree Félix Lozano, experto en ética y responsabilidad social corporativa, de la Universidad Politécnica de Valencia, quien estuvo en la UdeC en el contexto del proyecto de RSU de la UdeC, que implica colaboración también con otras universidades chilenas.
“El objetivo de esta visita es trabajar el tema de la responsabilidad social con organizaciones, en concreto con la UdeC, que está llevando una muy buena línea de trabajo en el tema de la responsabilidad social. Es un proyecto de aprendizaje mutuo donde compartimos las distintas experiencias en la materia”, sostuvo el experto español.
Destacando la importancia de la RSU, Lozano explicó que “lo que se está haciendo acá en la UdeC es empezar por formar profesores que tengan conceptos, sensibilidades y ciertas capacidades para transmitir esa nueva percepción de la responsabilidad social a diversos estudiantes en materias de todo tipo. En ese sentido, creo que se está haciendo bien”.
Modelo educativo
En ese sentido Gracia Navarro, directora del programa de Estudios sobre la Responsabilidad Social UdeC, señala que esta Universidad cuenta con un modelo educativo que busca “formar profesionales que cuando ejercen su profesión resuelvan los conflictos de intereses o dilemas éticos desde el concepto de la Responsabilidad Social. Ello abarca toda la carrera y está dividido en distintos niveles: cognitivo, afectivo y conductual. Es transversal a toda su formación y va gradualmente incorporándose a todas las carreras de la UdeC. Ya tenemos egresados de este modelo”.
La directora de RSU explica que un modelo educativo se preocupa de “formar a las personas para que, a su egreso, tengan ciertos comportamientos que, en este caso, deben ser socialmente responsables. Ello se traduce en que cuando resuelva dilemas de su profesión haga lo posible por conciliar la satisfacción de sus propias necesidades con el aporte a la satisfacción de necesidades de otros. En el fondo, se traduce en llegar a trabajar por el bien común”.
En el contexto de ese modelo educativo, Lozano participó en la formación de académicos que trabajan en el nivel 3; es decir, quienes supervisan prácticas y seminarios de investigación, de modo de enseñarles a sus alumnos a resolver problemas éticos en ese momento de la carrera.
No es una herramienta más
Consciente de que en la Región se avanza de a poco en esta materia, Navarro enfatiza en que es necesario tener cuidado en que no se tome la Responsabilidad Social como una herramienta más, sólo de gestión o sólo de marketing: “tenemos que cuidar la esencia del concepto. Eso va desde una base ética. No queremos que un tema tan fundamental como es trabajar por el bien común, se pierda por no haber entendido de qué se trata y tomarlo como una simple herramienta, y a eso estamos abocados como Universidad, tanto como organización como en la difusión de conocimiento y en la formación de profesionales”.
Para Lozano, una organización que se preocupe de su responsabilidad social debe tener en claro para qué hace las cosas, cuál es su finalidad, y cuál es su jerarquía de preferencia. Además, agrega, se requiere de mucho diálogo ya que ahí se ejerce el valor del respeto.