Aunque se trata de una disciplina relativamente nueva, la geometalurgia ha logrado un importante desarrollo en la UdeC, con la constitución, hace una década, de un grupo que reúne a investigadores del Instituto de Geología Económica Aplicada (GEA) y del Departamento de Ingeniería Metalúrgica.
Toda la experticia desarrollada por el grupo ha sido volcada en numerosos investigaciones, además de acciones formativas como el curso Respuesta geometalúrgica de los materiales, cuya sexta versión se impartió esta semana con la participación de 21 profesionales –ingenieros químicos, metalurgistas y geólogos- de 10 empresas mineras presentes en el país.
La directora del Instituto Gea y coordinadora de la actividad, Sonia Helle, señala que desde sus inicios este curso ha gozado de un gran prestigio en las empresas –muchas veces, agrega, no logran atender toda la demanda- ya que responde a la necesidad de un conocimiento interdisciplinario, como el la geometalurgia, en la que confluyen la geología y la metalurgia.
A su juicio, el curso ha logrado una buena integración disciplinaria, debido a que en la Universidad existe un staff de expertos que proviene de las dos vertientes.  Por otro lado, agrega, en cada versión se invita a profesionales de reconocida trayectoria que aportan la visión del mundo productivo, complementando el conocimiento de la academia.
Este año se contó con la participación especial los exalumnos de Ingeniería Metalurgia, Andrés Reghezza (asesor y consultor técnico en diversas empresas del rubro minero), y  María de Luz Osses, socia fundadora y gerente general de Biotecnologías Antofagasta, junto a  Héctor Véliz, jefe de Recursos Mineros de Minera El Tesoro.
“Con el curso logramos que tanto metalurgistas, como ingenieros químicos y geólogos puedan entender en forma global el proceso extractivo desde la mina hasta la planta. Esta es una operación integral que tiene que realizarse con la debida comprensión de los temas que maneja el ingeniero en mina, el geólogo y también el metalurgista. Por eso hablamos desde la mina, donde está el mineral, hasta la planta, donde se procesa el mineral. Esta comprensión integral y transversal es la que permite desarrollar el proceso productivo en la forma debida”, explica Helle.
Desafíos
La geometalurgia, como señala Sonia Helle, está enfrentada a desafíos cada vez mayores “porque los minerales tienen cada vez leyes menores y son  mucho más complejos en términos de elementos menores, que pueden ser tóxicos o de impacto en el proceso productivo”.
Loa materiales, dice, son cada vez más complejos porque en la medida que mejoran los precios de los metales, se abre la posibilidad de explotar depósitos que son obviados cuando su valorización es menor. “Cuando el metal tiene bajos precios, estos depósitos no se explotan, porque el precio no alcanza a cubrir el costo del proceso”.
La mejor forma de abordar estos problemas son el conocimiento y la integración de especialistas. “La desconexión de los profesionales es la peor práctica”, afirma la académica.
Con 10 años de trabajo, el Grupo de Geometalurgia ha alcanzado importantes resultados.  “Los principales logros están relacionados con la interacción de la ganga (un producto de desecho del proceso de extracción) en los procesos de lixiviación en pila y la caracterización de las fases de cobres negros, que  mineraloides de composición variable de comportamiento más bien refractarios frente a la lixiviación en general”, explica.
Por otro lado, el Grupo también ha logrado una sólida experticia en el desarrollo de  ensayos predictivos para abordar de mejor forma el proceso productivo.