Antes del 30 de junio todos quienes quieran participar en los comicios municipales (que se realizarán en octubre de 2012), y cuya dirección residencial haya cambiado desde el último trámite que realizó en el Registro Civil, deben actualizarla en la Junta Inscriptora más cercana a su nueva dirección. Lo anterior se consigna en la Ley 20.568 que regula la Inscripción automática, modifica el Servicio Electoral y moderniza el sistema de votación.
Para la académica del departamento de Ciencias Políticas de la UdeC, Jeanne Simon, las próximas elecciones de octubre “tendrán un carácter especialmente interesante, debido a que serán las primeras que se efectuarán bajo la modalidad de voto voluntario e inscripción automática”. Para la académica, la lógica del voto obligatorio en Chile tenía que ver “con la idea de que es un deber, igual como pagar impuestos, y que se relacionaba con la responsabilidad de votar”. No obstante, con el voto voluntario “Lo que se resalta es la idea del derecho de voto que uno adquiere y que los ciudadanos quieren ejercer”, señaló. La académica explica que aún habiendo posiciones encontradas, la visión del voto como derecho es la que predomina en las ciencias políticas. “La idea de votar debe ser algo positivo, porque permite elegir a nuestros representantes y no debería estar el miedo de –por ejemplo- ir a la cárcel, ni ser multado, por tomar la decisión de no hacerlo”, señala.
La académica explicó que en la Ley sobre el voto voluntario e inscripción automática, la participación como vocal de mesa sigue siendo obligatoria: “Si tú sales sorteado como vocal de mesa tienes que participar, a menos que presentes tus excusas como se hacía tradicionalmente”. Con la nueva Ley, al tener inscripción automática, se amplió la cantidad de personas que pueden ser llamados como vocal de mesa, a diferencia de antes, en que uno sólo podía ser vocal si se inscribía para votar. “Ahora con la inscripción automática, las personas no van a tener en la cabeza que tienen la posibilidad de salir sorteadas como vocales”.
A juicio de la académica, las personas tampoco tienen internalizado que tienen la posibilidad de votar: “ese aspecto en ciencia política genera algunos problemas, la idea de una inscripción no voluntaria permite poner en acción el deseo de participar en las elecciones, mientras que con la inscripción automática el acto de votar se puede decidir el día antes de los comicios”, explicó Simon.
Sin embargo, la especialista señala que este es un gran avance en materia de educación cívica. “Creo que tenemos que incentivar a las personas que vayan a votar y para eso, el primer paso es cambiar su domicilio -si corresponde”, indicó.
Otro aspecto que abordó la académica fue el bajo interés que manifiestan los estudiantes y los jóvenes, pues hay que recordar que con la nueva Ley quedaron automáticamente inscritos los mayores de 17 años. Simon explica que “históricamente, las elecciones municipales concitan menos interés que, por ejemplo, las presidenciales o parlamentarias.