Como una sorpresa maravillosa calificó la geógrafa e integrante de la agrupación Patagonia sin Represas, Javiera Espinoza, el anuncio de suspender la tramitación ambiental de la línea de transmisión de energía de Hidroaysén, hecho ayer por el Grupo Matte, dueño de Colbún, empresa socia de Endesa en el megaproyecto eléctrico.
Invitada por la facultad de Arquitectura, Geografía y Urbanismo, Javiera Espinoza ofreció una conferencia en la que analizó los problemas  e impactos del proyecto de construcción de represas en Aysén, así como del trazado eléctrico de más de mil 900 kilómetros a través del cual se pretende conducir la energía hacia Santiago.
La noticia de la suspensión, para la ambientalista, es “un triunfo ciudadano”, aunque advirtió que la decisión de Colbún no deja de tener una doble lectura.
“Decir que no existen las condiciones (falta una política nacional de consenso en temas energéticos, dijo el presidente de Colbún) para la inversión es una medida de presión (al gobierno)", afirmó, señalando que la decisión puede vincularse a la idea de obtener beneficios de la “carretera eléctrica pública” anunciada por el Presidente Sebastián Piñera y que permitiría la inserción de los nuevos proyectos en una línea única de transmisión.
En esas condiciones, como explicó la profesional, la empresa debería construir sólo un tramo menor del trazado, que terminaría en la X región.
Sin embargo, Espinoza piensa que no existen señales claras del gobierno sobre esta iniciativa “porque la carretera eléctrica es un proyecto que no tiene ni pies ni cabeza; no hay gente trabajando en ello y ahora Colbún, efectivamente, está presionando de manera muy fuerte al gobierno para que diga qué es lo que plantean”, dijo.
Aún así, agregó, la carretera no se concretará antes de 5 años, porque –indica- hay varios aspectos que deben resolverse antes que ésta pueda funcionar (concesiones eléctricas, expropiaciones, temas vinculados a la copropiedad,  etc).
Por otro lado, agregó que Hidroaysén ya adelantó que no empezará  a construir las represas hasta que no tenga el tendido aprobado; “es decir, están ejerciendo presión para que el tendido sea aprobado hasta Puerto Varas y también pidiendo garantías en el sentido de que el tendido de la carretera eléctrica va a existir; pero eso no lo vamos  a tener en 5 años más”.
Javiera Espinoza ve en el aplazamiento de la evaluación ambiental del tendido eléctrico una oportunidad para fortalecer la causa de una Patagonia libre de represas que -dice- ya concita el apoyo del 74% de la población.
“Si consideramos que Hidroaysén tarda 12 años desde la construcción de la primera represa hasta la puesta en marcha de la última central son 12 años. Ya estamos hablando de 17 años más. Incluso, si la carretera eléctrica estuviera hecha, Hidroaysén, por mucho que quiera acelerar el proceso, no va a estar en 17 años;  entonces tenemos 17 años más para salir a la calle, para seguir en esta causa“, afirmó.
Aunque el anuncio de Colbún es un escenario positivo para los ambientalistas –“hemos ganado una batalla, pero no la guerra", dijo- advierte que “no hay que bajar los brazos porque de seguro entre ‘pascua y año nuevo’ el Comité de Ministros aprueba de manera definitiva el proyecto Hidroaysén… pero, por ahora, no tienen los derechos de agua, ni la transmisión eléctrica”.