Con tan solo 24 años, Daniela Vargas Figueroa, egresada de Ingeniería Civil Química de la Universidad de Concepción, ya es toda una entendida de la cultura canadiense. En marzo de este año regresó a Chile para defender su memoria de título, luego de haber residido por siete meses en Vancouver, Canadá, realizando su memoria de investigación.
Esta experiencia de cambio de país y estilo de vida, fue para Daniela -quien es chillaneja y la menor de tres hermanos-, un importante proceso de maduración en su vida. El hecho de irse a vivir sola a una nación desconocida, con una cultura completamente distinta a la nuestra, fue un desarrollo muy positivo para esta joven, tanto así, que en agosto de 2015 vuelve por tres años para continuar sus estudios de magíster, y su relación con un joven canadiense que conoció en este país, el que ella define como “el mundo perfecto”.
¿Cómo nace la idea de ir a estudiar a otro país?
Yo estaba averiguando para irme a Australia pero no había becas. Entonces fui a hablar con Cecilia Collao, de Relaciones Internacionales de la "U" y ella me contó de la Beca ELAP, que no se conocía mucho. Esta beca, que es del gobierno canadiense, es un nexo entre una universidad chilena y de Canadá para ir a hacer investigación o estudiar. Pero la universidad extranjera no tiene que pagar nada, solo aceptarte y darte un cupo.
Y bueno como a mí me gusta el tema de Bioenergía, averigüé que The University of British Columbia era una de las mejores universidades en esa área. Entonces, fui a hablar con Teresita Marzialetti, una de mis profesoras en química, y le conté que me quería ir a la UBC (University of British Columbia) para solicitarle que fuera mi profesora patrocinante. De coincidencia resultó que ella había estado tres meses en la UBC en el the Forest Products Biotechnology/Bioenergy, que es el mismo al que yo me quería ir, así que me hizo el contacto con el Professor Jack Saddler, director de un grupo de bioenergía, y él accedió a recibirme.
¿Cuáles eran los requerimientos para ti y cómo aplicaba la Beca?
Yo tenía que mandar todos mis documentos de la Universidad a la UCB, porque ellos postulaban a la beca por mí y, además, tenía que cumplir ciertos requisitos como el inglés y las notas.
La beca consiste en que te entregan 7.200 dólares canadienses con los que tienes que costearte la estadía y los pasajes. Igual el pago llega tarde, yo me fui a fines de julio y recibí el dinero en octubre, pero además de eso, todo estuvo muy bien.
¿Cómo lo hiciste con el inglés?
Tomé el curso del CFRD (Centro de Formación y Recursos Didácticos de la Universidad de Concepción), los cuatro módulos que me sirvieron bastante. Aunque cuando uno llega allá es un poco distinto, pero se aprende rápido. El inglés que te enseñan acá es más comunicativo, entones tuve que ir aprendiendo las palabras técnicas, leer papers, o preguntar cómo se decían ciertas cosas. Pero la gente allá es súper abierta a que aprendas, así que fue fácil relacionarme.
¿Vivías en residencias universitarias?
No, me quedé en un departamento. Había una niña de la carrera del Departamento de Metalurgia que estaba en Vancouver por un convenio que tienen con la Facultad de Minas en la UCB. Entonces, ella me dijo que se iba a cambiar de departamento, así que dejaba su pieza disponible y me hizo el contacto con la otra persona que vivía, que era una chica mexicana.
¿Qué te pareció la Universidad?
La infraestructura era muy buena, en eso se nota que existen más recursos.
Fue una experiencia súper positiva. Yo trabajé con Jinguang Hu, un postdoctor chino muy amable, que me ayudó muchísimo a completar mis ensayos y análisis. Vancouver alberga una de las comunidades asiáticas más grande de Canadá, específicamente chinos. En general, el grupo era muy multicultural, y muy agradables todos.
Y la educación es un poco distinta; por ejemplo, acá ingeniería química dura seis años y allá dura cuatro, así que yo tenía la misma edad de los chicos que estaban terminando el magíster. Eso sí, ellos sólo terminan con clases, no hacen tesis (investigación).
Y vuelvo porque Jingang, con la venia del Professor Saddler, me ofreció hacer el magíster. Ellos te pagan una especie de sueldo por realizar el postgrado, a todos, pero depende exclusivamente del grupo que te reciba, no de la universidad. Son alrededor 700 mil pesos chilenos y con eso tienes que financiar la colegiatura, pero alcanza para vivir bien.
MEMORIA DE TÍTULO
Daniela viajó a Canadá para poder realizar sus estudios de la Memoria de Investigación para egresar como Ingeniero Civil Químico. El título de su tesis fue: Mejoramiento en la hidrólisis enzimática de sustratos lignocelulósicos por efecto sinérgico debido a la adición de xilanasas.
¿De qué se trata la Hidrólisis Enzimática?
En general, es el proceso de hidrólisis que se produce mediante un grupo de enzimas llamadas hidrolasas; específicamente, es el proceso tradicional para generar bioetanol de residuos agrícolas. El bioetanol es una alternativa de los combustibles fósiles; en su proceso de producción, la hidrólisis enzimática permite obtener los azúcares (carbohidratos monoméricos) que, posteriormente, se fermentan para generar el bioetanol.
La idea de mi investigación era trabajar en rastrojos de maíz, porque en Canadá y en Estados Unidos se dispone de importantes volúmenes de maíz por la gran cantidad de cosechas que existen. Así, se busca aprovechar todos los desechos que quedan disponibles para generar el bioetanol y aumentar su valor comercial.
¿Qué es y para qué sirve el Bioetanol?
Es una alternativa a la bencina, un combustible proveniente de la biomasa (biocombustible) que produce bajas emisiones durante su combustión. Brasil es el segundo productor de bioetanol mundial, pero su producción es en base a caña de azúcar.
¿Y en Chile no utilizamos Bioetanol?
No, porque no contamos con los volúmenes de desechos agrícolas (maíz y caña de azucar) suficiente para generar una producción de etanol rentable, a diferencia de otros países. Chile dispone de grandes cantidades de residuos forestales, pero el proceso de obtención de los azúcares es muy diferente en estos casos, muy complejo. Por eso, una alternativa sería optimizar, de cierta forma, la cantidad y calidad de las enzimas a utilizar, para disminuir el costo total del proceso. En eso yo estaba trabajando allá.
EXPERIENCIA EN CANADA
Me encantó, es todo muy organizado y bonito. El transporte es muy distinto al de acá, todo funciona, pasan muchos buses y con mucha frecuencia y tú no pagas el pasaje, sino que muestras una credencial que cargas mensualmente. Te compras este pase que cuesta aproximadamente 40 mil pesos mensuales y te puedes subir cuántas veces quieras, todos los días que quieras y sirve también para el tren y el ferry que cruza desde el continente a las pequeñas islas cercanas a la costa.
Por otro lado, la cultura canadiense es mucho más avocada al cuidado del medio ambiente y la sustentabilidad, se nota mucho lo del reciclaje y la bioenergía. Asimismo, existe mucha gente haciendo deporte, es algo que se les inculca a los niños desde muy chicos y todo el mundo lo practica, incluso los adultos mayores. Utilizan muchos los espacios públicos, los parques, hay gente trotando, niños, es muy entretenido. Vancouver tiene muchísimos parques, plazas y espacios libres que puedes disfrutar en invierno y verano.
Por otro lado, tienen ciclovías muy bien señalizadas, porque la gente ocupa mucho la bicicleta; es más, los buses tienen adelante unos ganchitos para colgarlas cuando las distancias son muy largas o está lloviendo.
Las personas son más respetuosas, más educadas. Por ejemplo, te subes al bus, saludas al chofer, cómo está, que tenga buen día, hasta luego. Esas cosas cotidianas allá todo el mundo las hace. Y también en el trato a la gente adulta, son muy respetados y muy activos, personas de 80 años saliendo a trotar, haciendo ejercicios diariamente.
¿Se ve pobreza?
Sí se pueden notar algunas diferencias, pero muy sutiles porque el sueldo mínimo allá es muy bueno. Si lo comparamos con nuestro país, el sueldo mínimo de Canadá es como de un millón de pesos chilenos. Y si bien es todo más caro, la comida es de mejor calidad, los alimentos orgánicos están súper presentes e intrínsecos en la cultura. El tema de hacer deporte y la vida sana lo tienen muy incorporado a su forma de vida.
¿Cuáles son tus expectativas de esta vuelta a Canadá?
Seguir desarrollándome profesionalmente y continuar creciendo, aprender nuevos idiomas, vivir una nueva cultura, y seguir enamorándome de Canadá.