Dr. Jorge Rojas Hernández
Vicerrector de Relaciones institucionales y Vinculación con el Medio
La Universidad de Concepción, su comunidad –mediante la participación de académicos y académicas en el Panel Interuniversitario de Expertos Regionales- y sus autoridades, participan con interés y compromiso en el proceso de elaboración de la Estrategia de Desarrollo Regional, que orientará el futuro de la región entre 2015 y 2030, mandatada por el Gobierno Regional.
El informe preliminar, Diagnóstico Estratégico y Línea Base, proporciona una objetiva, amplia y acertada visión sobre la compleja situación de atraso y desafíos que enfrenta la región del Biobío señalando, al mismo tiempo, las enormes potencialidades de desarrollo que presenta la región.
La Región presenta un conjunto de problemas de carácter estructural, que debería ser superado para que se desarrolle en forma sustentable y sostenida en el tiempo, y mejore sus índices productividad, inclusión y calidad de vida. Algunos de los muchos problemas mencionados por el Panel de Expertos son contaminación, conservación de su biodiversidad, reducción del bosque nativo, bajo conocimiento ambiental de la población, desarticulación de actores, producción científico-tecnológica no orientada a la producción de bienes públicos y privados, pérdida de competitividad y bajo crecimiento económico, productos de bajo valor agregado, baja asociatividad universidades-Pymes, inadecuada calificación de la mano de obra, débil generación de capital social y de encadenamientos productivos, ineficiente y alto costo de la red logística -incluida la agroalimentaria-, déficit en infraestructura de riego, excesivo centralismo, ausencia de una política focalizada en los pueblos originarios, débil capacidad de gestión de riesgos y desastres, insuficiente internacionalización, altos niveles de pobreza y desempleo, problemas de calidad de la oferta en educación pre-escolar, insuficiente cobertura en servicios de la salud, asimetrías territoriales, falta de reconocimiento a las identidades locales y multiculturales, bajo nivel de escolaridad, falta de oportunidad para los jóvenes, planificación urbana tardía, falta de atracción de las ciudades y escasa participación ciudadana.
Como puede observarse, la lista de déficits es larga y muy diversa. En todo caso, se trata de un buen input y oportunidad para la discusión y la planificación del desarrollo regional. Todo desarrollo parte necesariamente de la realidad, del análisis de los problemas que constituyen, junto con las potencialidades de la región –que son enormes y variadas en recursos humanos, culturales, naturales, científicos y tecnológicos e institucionales-, la base fundamental para repensar el futuro.
Ahora bien, el motor del desarrollo en el siglo XXI lo conforman la innovación y el valor agregado de las personas y bienes. Estos motores son muy débiles en Chile y en nuestra región. También en America Latina. Nuestra matriz histórica, desde la Colonia, ha sido y sigue siendo la explotación para la exportación de materias primas y la compra de conocimiento y tecnologías. Ha llegado el momento de cambiar de matriz y paradigma. No existe otra alternativa. Lo contrario sería seguir depredando nuestros recursos, manteniendo la precariedad laboral y los altos niveles de exclusión y conflictos sociales. Para innovar y agregar valor a los bienes, se requiere generar condiciones de confianza y de asociatividad; unir voluntades, creer y confiar en el otro, reconocer la multiculturalidad social y étnica. Conversar, dialogar sobre el desarrollo, sobre las buenas prácticas sociales locales y las potencialidades ecosociales y productivas de la Región, permitirá encontrar los mejores caminos del desarrollo.
La Universidad de Concepción, su comunidad, seguirá haciendo aportes para agregar valor humano, científico y tecnológico al desarrollo de su región, la Región del Bío Bío.