Instaurado en 1999, cada último domingo de mayo se celebra en Chile el Día de Patrimonio Cultural. El objetivo de esta actividad es permitir a los ciudadanos conocer y disfrutar del acervo cultural, histórico y arquitectónico del país y sus regiones.
Para la Universidad de Concepción, es una alegría abrir por sexto año consecutivo sus puertas para celebrar el Día del Patrimonio Cultural en nuestra ciudad. Nuestra casa de estudios, desde sus orígenes, ha sido y sigue siendo una casa abierta a las necesidades y anhelos de la comunidad. Y lo seguirá siendo en el futuro.
La celebración del Día del Patrimonio en el campus, fue una iniciativa de alumnos, alumnas y profesores de la carrera de Arquitectura de la UdeC, que propusieron abrir al público edificios que albergan las distintas facultades de nuestra Universidad que, por sus especiales características arquitectónicas, constituyen un ejemplo digno de mostrar como parte del patrimonio arquitectónico del campus universitario. Esta iniciativa la hemos seguido repitiendo año tras año con una alta convocatoria, que muestra el interés de la comunidad local.
Esta actividad es una acción más de vinculación de nuestra casa de estudios con la comunidad penquista que, en definitiva, es de donde nace nuestra Universidad. Muestra de ello son, por ejemplo, las Escuelas de Verano, así como la actividad Puertas Abiertas, dirigida a los estudiantes secundarios, que se realizan cada año; también lo son las presentaciones de nuestra Orquesta sinfónica, el Coro Universitario, entre muchas otras iniciativas relevantes de vinculación con la ciudad y la comunidad regional, que realizan nuestros profesores, investigadores y estudiantes, comprometidos con la visión y misión de la Universidad, orientada plenamente a la realización del bien común público.
Es así como la celebración del Día del Patrimonio, con el tiempo, se ha ido transformando en la última actividad del mes aniversario de la propia Universidad, que este 2015 cumplió 96 años de vida.
El campus de nuestra Universidad que, en el Bicentenario de la Independencia de nuestro país, fue declarado Patrimonio de Chile, es un baluarte que ha influido culturalmente así como arquitectónicamente en varias obras de nuestra ciudad, convirtiéndose en un referente para los arquitectos nacionales y extranjeros, en un laboratorio de estudios para nuestros estudiantes, y en un elemento identitario para los ciudadanos que habitamos esta querida ciudad de Concepción de la Región del Bío Bío, del sur creativo que ha aportado mucho a la construcción de la República.
Junto al valor de sus edificaciones, como el Arco Universidad de Concepción que marca y anuncia el ingreso solemne e imponente a su campus florido y armónico; la Pinacoteca que encarna la presencia viva del arte latinoamericano y el Foro que ilumina el saber multi e interdisciplinario cultivado en sus aulas y laboratorios, la UdeC –con sus tres campus, Concepción, Chillán y Los Ángeles- representa en su casi centenario de existencia, una verdadera memoria patrimonial histórica y cultural de la ciudad, de la Region del Bío Bío y del país.
Atesora y proteje en su interior, en sus bibliotecas, en sus libros, en sus investigaciones, en la formación de profesionales de calidad y las múltiples interacciones con la sociedad regional y sus instituciones, conocimientos y sueños profundos de la ciudad, de sus habitantes y de su rica biodiversidad natural, social y étnica.
La Universidad, como obra de la ciudad, es depositaria de la riqueza de su historia, de su identidad y de sus anhelos de bienestar y desarrollo sustentable e inclusivo.
La continua destrucción de nuestro patrimonio arquitectónico por los fenómenos socionaturales o por aquellos provocados por la acción del hombre, como los incendios, las intervenciones inmobiliarias y comerciales, poco respetuosas de la historia patrimonial, así como la pérdida sistemática de nuestras buenas tradiciones y cultura, hacen indispensable poner en evidencia y valorar nuestro patrimonio cultural. Transmitir a los ciudadanos, a sus hijos y a sus nietos la importancia de respetar y conservar lo que tenemos, como algo propio y perdurable en el tiempo, formador del ser y la convivencia, constituye una noble misión de todos.
Dr. Jorge Rojas Hernández
Vicerrector de Relaciones Institucionales y Vinculación con el Medio, VRIM