Ser testimonio de una época es, tal vez, el mayor valor de la biblioteca personal de Enrique Molina, que esta mañana fue entregada luego de más de un año de intenso trabajo de reordenamiento y catastro de la colección bibliográfica que se mantiene en lo que fuera su escritorio, a la entrada de la casa que lleva su nombre y que hoy es la Rectoría de nuestra Universidad.
La labor fue realizada por los funcionarios de la Biblioteca Central Mireya Mora y Pablo Baeza, quienes destacaron la oportunidad que fue trabajar con ese material donde “aprendimos mucho y descubrimos tesoros invaluables”.
Entre ese patrimonio destacan algunas primeras ediciones, como la del libro Desolación –publicada en Nueva York en 1922- con dedicatoria de la propia Gabriela Mistral, de quien Enrique Molina era amigo y con quien mantenía correspondencia.
Además de la literatura nacional y europea, el acervo editorial de esta colección está compuesto además por libros de filosofía en sus idiomas originales, principalmente alemán (“muchas veces gótico”, dice sorprendida Mireya Mora) y francés, y educación, otro de sus grandes intereses.
Entre sus autores fundamentales se encuentran Kant, Nietzche, Heidegger, Goethe, Scheler, Schopenhauer y Maritain, entre otros muchos, explica Mireya Mora, quien agrega que algunos de esos libros pertenecen al siglo XVII, un poco más al siglo XIX y mayoritariamente al siglo XX.
El trabajo de clasificación se llevó a cabo con una metodología similar a la utilizado en el Salón Azul de la Biblioteca Central y, entre otras cosas, considera la conservación de los libros sin intervención alguna en ellos;  es decir, sin etiquetarlos, debido a su valor. En nueve estantes de cedro numerados y ubicados por su posición en cada repisa, las colecciones bibliográficas se dispusieron de manera estética, destacando las bellas encuadernaciones de la época, acorde con el interés de preservar este espacio como una suerte de museo conmemorativo de la figura de Enrique Molina.
Mora y Baeza hicieron entrega al jefe de Gabinete del Rector, Luis Alarcón, un índice de las obras existentes y su ubicación, encuadernado de manera armónica con la colección.
En la ceremonia estuvo presente, además, la directora del Sistema de Bibliotecas, Olga Mora, quien destacó la oportunidad que significó trabajar con esta colección y agradeció las facilidades y el apoyo brindado por la encargada de Protocolo de Rectoría, Darling Wells.
Junto con resaltar la labor realizada por el equipo de funcionarios de la Biblioteca, el Jefe de Gabinete se manifestó complacido con el resultado obtenido lo que permite poner en valor y visibilizar el legado y la figura de nuestro Rector fundador.
Para la celebración del Día del patrimonio, el domingo 27 de mayo, esta Biblioteca será uno de los espacios a visitar bajo la guía de Mireya Mora, en horario de 12 a 14 horas. La Biblioteca se encuentra -como se mencionó anteriormente- en la rectoría, en calle Victor Lamas 1290, esquina de Edmundo Larenas.
En este link, podrás apreciar una galería fotográfica que muestra en todo su esplendor los magníficos libros y otras sorpresas que esconde este rincón de laUdeC.