Es un hecho aceptado y validado por las investigaciones: el rol del director en la escuela tiene un peso importante en los resultados de aprendizaje de los alumnos. El liderazgo –entendido como la capacidad de proporcionar dirección y ejercer influencia en otros- es la segunda variable de relevancia, después de la calidad del docente, en el éxito de los proyectos educativos.
Es un factor que influye de manera indirecta en el desempeño de los docentes, a través de las que hoy se reconocen como prácticas clave: el establecimiento de directrices, el desarrollo de las personas, el rediseño de la organización y la administración del programa instruccional (aprendizaje).
De acuerdo al especialista del Programa de Administración Educacional del Instituto de Estudios en Educación de Ontario (OISE) Canadá, doctor Blair Mascall, el liderazgo  en los establecimientos representa cerca de un 25% de los resultados y es aun mayor en contextos más desfavorecidos.
Pero la forma en que se ejerce el liderazgo también puede hacer la diferencia en los rendimientos de los estudiantes.  En la perspectiva tradicional, es el director quien provee el liderazgo, pero según los resultados de estudios presentados por el doctor Mascall,  esta función puede ser realizada por otros  actores: “los jefes de las unidades técnico pedagógicas, que tienen una posición de liderazgo en los colegios;  pero también los profesores ejercen liderazgo siendo expertos en un área, trabajando en equipo con otros profesores e influenciándose mutuamente sin un rol definido, así como los agentes del sistema municipal y los jefe de los Daem”.
A ellos se suman los padres –de manera individual y como integrantes de la comunidad educativa- y los mismos estudiantes. Todos los agentes, afirma el especialista canadiense, ejercen liderazgo en la definición que considera la capacidad de entregar dirección e influencia.
Esto es lo que se conoce como liderazgo colectivo (en oposición a uno centralizado) que -como explicó Mascall- tiene la ventaja de ejercer una mayor influencia en los alumnos, en el desarrollo de las capacidades de los profesores, en la motivación y en la construcción de culturas colectivas.  “Se puede entender que donde el liderazgo es ejercido por un mayor número de personas, las escuelas son más efectivas”, afirma el experto.
Pero existe un concepto mucho más completo, que tiene que ver con el grado en que esta función es compartida dentro del contexto escolar. Es lo que se conoce como el liderazgo distribuido, un proceso que –dice- se hace democratizando el equipo docente, asumiendo que cada día el trabajo en la escuela se hace más complejo y que demanda una participación más activa del profesor, más allá de su labor en el aula.
“El liderazgo distribuido es una respuesta más productiva a los complejos problemas y desafíos de la organización que un liderazgo central”, puntualizó.
Este proceso, según el académico, puede darse de manera informal  -el profesor asume un rol de liderazgo de manera espontánea, a través de distintas funciones- o formalmente, es decir como parte de la política de la organización.
Según Mascall, de acuerdo a las evidencias de los estudios, este liderazgo tiene más efectividad cuando es planeado y se alinea con los objetivos de la escuela.
Por otro lado, advierte, también es importante la selección de las personas  en las que se distribuye el liderazgo que, en su opinión, debe hacerse considerando la experticia de los profesionales. Por eso asegura que la formación de líderes debe defender el principio de la distribución.
Estas nuevas visiones en torno al liderazgo, explicó Mascall,  ha abierto nuevas perspectivas en la investigación en educación, cambiando el foco desde el conocimiento sobre el líder hacia el conocimiento de las organizaciones.
“El liderazgo ve más el trabajo de la persona en forma individual…ahora estamos viendo cómo funcionan las organizaciones y cómo el liderazgo influye en el colectivo”. En resumen,  dice, se trata de ver cómo este proceso contribuye a construir organizaciones más potentes.
Investigaciones en Concepción
Con este seminario, el experto canadiense cerró una semana de actividades en la UdeC  que incluyeron encuentros con actores del sector educativo, visitas a colegios, clases en el nivel de posgrado y el estudio de propuestas de trabajo conjunto con el Programa de Liderazgo y Dirección Escolar de la facultad de Educación, gestor de esta visita.
Su director, Jorge Ulloa, señaló que ya existe un acuerdo, a través del cual Mascall participará como colaborador internacional en las investigaciones -sobre liderazgo de los equipos directivos y variables de desempeño docente- que se llevarán a cabo desde el programa.
El académico adelantó que ya se están preparando algunas propuestas de trabajo con el fin de establecer una línea de investigación, en la Universidad, en torno al liderazgo distribuido, en las que se espera incluir a otras casas de estudio del país con el fin de crear una red nacional en esta área de trabajo.