Chile exhibe siete de los nueve indicadores de mayor riesgo de ser afectado por el cambio climático global. Entre ellos se encuentran el hecho de ser un país costero –lo que, por el aumento del nivel de las aguas puede afectar a las poblaciones-, la existencia de suelos deteriorados y/o degradados; la carencia de recursos energéticos naturales; la presencia constante de desastres naturales como terremotos, tsunamis, volcanes o deslizamientos de tierra, y la dependencia de las exportaciones.
La ausencia de datos locales sobre el impacto del cambio climático en las comunidades e instituciones de la Región del Biobío, además de la necesidad de reflexión, generación de conocimiento y rescate de buenas prácticas, son el punto de partida con el que investigadores de la Facultad de Ciencias Sociales UdeC desarrollan el proyecto Impactos locales del cambio climático global en la Región del Biobío.
La iniciativa, que será financiada con recursos del Fondo de Protección Ambiental –FPA- del Ministerio del Medio Ambiente, tiene como objetivo principal investigar, comprender y difundir los impactos locales del cambio climático y desarrollar estrategias de adaptación y mitigación, con énfasis en lo social y ambiental, en la Región del Biobío.
El investigador responsable del proyecto es el Decano de Ciencias Sociales, Jorge Rojas, para quien es primodial que las Ciencias Sociales jueguen un papel preponderante en orden a buscar soluciones a los problemas reales de la sociedad y entregar una respuesta científica a ellos.
Esta iniciativa tiene como antecedente el trabajo realizado en el proyecto Anillos Impactos sociales y ambientales del cambio climático en la región del Biobío lo que, a juicio de Rojas, demuestra el compromiso de la Universidad en orden a trabajar con nuevos temas de forma ininterrumpida: “tenemos que hacer conciencia  y entregar información a la comunidad, que es la línea fundacional de la Universidad: estar comprometida con los problemas de la sociedad. Otro aspecto relevante es el trabajo interdisciplinario que aquí se realiza”.
Vinculación con la comunidad
Se trata de la primera iniciativa del FPA entregada a universidades. Durante la ceremonia de adjudicación del fondo el Seremi de Medio Ambiente, Pedro Navarrete, destacó que el valor de este proyecto radica en que “marca la aproximación hacia el problema más grave que tiene hoy la humanidad, y contribuye de mejor manera a que la región esté preparada para un futuro no tan lejano”.
También manifestó el valor de algunos de los productos esperados, como la instalación de cuatro pequeñas estaciones de monitoreo climático en escuelas locales: “nos interesa que los resultados de estos proyectos se vinculen con la comunidad para que, a partir de ello, se generan nuevas acciones en torno al tema del cambio climático”, dijo.
Con la facultad de Ciencias Sociales como organismo ejecutor, en el proyecto actúan como asociados el Centro de Ciencias Ambientales, EULA, y las municipalidades de Chillán y de Talcahuano.
El equipo lo componen además Andrea Santelices, Marcelo Ortúzar y Gerardo Azócar, como coinvestigadores, y Aldo Montecinos, experto en el área de climatología.
Esta iniciativa busca constituirse en un referente nacional en investigación científica aplicada en sistemas sociales y cambio climático, a través de una modelación socio-climática regional; desarrollar capacidades regionales a través de la formación de capital humano, y fortalecer la sociedad civil y las instituciones públicas con información pertinente.
Modelo local
En el mundo existen, aproximadamente, 20 modelos climáticos globales que, desde hace años, entregan proyecciones del calentamiento global.
El especialista en variabilidad climática del Pacífico Sur Oriental, Aldo Montecinos, explicó que –con estos modelos- se están preparando las bases para el quinto informe del IPCC (Panel intergubernamental de cambio climático, por sus siglas en inglés) de 2013.
No obstante, explica el científico, la resolución espacial del modelo es muy gruesa: “una sola grilla es del ancho o más de Chile, entonces es necesario aumentar la resolución. Y para eso se realizan modelos regionales con lo que se logra que los patrones espaciales, de precipitaciones especialmente, sean mejor representados. El desafío para este proyecto es cómo bajar esa información a la comunidad, cómo hacer que la comunidad entienda cuáles son las proyecciones esperadas”, explicó.