Con 39 años de existencia, el Ballet Folclórico de la UdeC es uno de los grupos más antiguos a nivel nacional, con una trayectoria cada vez de mayor calidad, una gran cantidad de seguidores en toda la Región, y triunfos de sus integrantes incluso a nivel internacional.
Con 38 bailarines -23 mujeres y 15 hombres, todos alumnos de distintas carreras UdeC- y 15 músicos, esta destacada agrupación dependiente de la Unidad de Actividades Extraprogramáticas desarrolla en sus presentaciones fantasía y aplicación folclórica, instancia que le permite cierta amplitud de interpretación tanto en vestuarios como en coreografías, consiguiendo espectáculos de gran colorido y belleza.
Para celebrar los 95 años de la Universidad de Concepción, este viernes al Ballet Folclórico UdeC ofrecerá una gala a las 20 horas en el Teatro Universidad, la que lleva el nombre de Amor América. La celebración será doblemente especial, ya que marca el retorno a este escenario después de prácticamente ocho años, por lo que para la gran mayoría de sus bailarines será la primera vez sobre estas tablas.
Para la directora de Servicios Estudiantiles, Sara Mendoza, esta gala es muy importante porque, con ella, “se muestra el corazón de las actividades extraprogramáticas de la UdeC, con los alumnos como protagonistas. Es una forma de celebrar estos 95 años, haciendo que los alumnos se preparen exponiendo lo mejor que tienen: su rigurosidad y calidad”.
Según la directora, la Unidad de Actividades Extraprogramáticas es “una unidad muy fuerte de la UdeC, que nos vincula con el medio. De un tiempo a esta parte ha ido tomando mucha fuerza y un nivel que la posiciona a nivel nacional, estudiantil, universitario como lo mejor”.
También destacó el compromiso y la calidad de los integrantes del Ballet Folclórico UdeC su director, José Antonio Cortés, quien señaló que a esta agrupación ingresan estudiantes de todas las carreras, con o sin conocimientos de baile, por lo que el promedio de permanencia de sus integrantes es de tres años, aunque hay algunos que están durante toda su carrera. “Ese vínculo, ese crecimiento de ellos dentro del elenco se nota y se proyecta en el escenario con más cercanía y la mayor frescura que irradian”, dijo.
Las coreografías, así como el diseño y la confección del vestuario corren por cuenta de él, y para este espectáculo transitan desde la reinterpretación de diversos trajes típicos de América Latina hasta indumentarias indígenas. Se trata de un arduo trabajo, que en el caso de los indígenas se extiende por varios meses, y que busca proyectarse en el escenario con apoyo de la iluminación, explicó Cortés.
“En el fondo el nombre del espectáculo, Amor América, alude a un poema de Pablo Neruda y se refiere al amor a nuestras culturas, a nuestras raíces. Para ello incluimos temas tradicionales latinoamericanos y danzas nacionales de Panamá, México, Argentina… cada temática está relacionada con amor en América”, explicó señalando que también se incluye un potpurrí de temas chilenos como Valparaíso, del Gitano Rodríguez, o Paloma Ausente, de Violeta Parra, entre otros, “temas que la gente identifica y hace suyos”.
La coreografía final es América Novia Mía, explicó, ahí “la imagen principal coreográfica corresponde a indígenas latinoamericanos. Sube todo el elenco a escena, damas y varones, con indumentaria indígena, de Incas, Mayas, Aztecas… Es una manera de expresar el amor a las raíces, esa es la imagen final, el concepto que queremos que quede”.