Con una celebración adelantada de la navidad, pensada en los niños que son parte del organismo, los socios de la Corporación Pro Celíacos de la UdeC llevaron a cabo ayer su última reunión mensual de este año, en dependencias de la Facultad de Farmacia.
El encuentro -que contó con la participación de unas 50 personas, entre socios, niños portadores de la enfermedad, sus padres y madres- también estuvo dedicado a la planificación de la Casa Abierta que la Corporación llevará a cabo en el marco de la Escuela de Verano de la UdeC.
La académica de la Facultad de Farmacia y presidenta de la organización, Sara Muñoz, explicó que la actividad, programada para el 21 de enero, tiene por propósito dar a conocer esta patología en la comunidad.
Para ello, durante la jornada de la mañana, se dispondrá una serie de stands en los que expondrán empresas que preparan alimentos especiales para celíacos, así como otros dedicados a entregar información, a través de trípticos explicativos de la enfermedad, sus síntomas, diagnóstico y tratamiento.
Por la tarde, en tanto, en el Laboratorio de Nutrición y Dietética se realizará un taller práctico sobre manipulación de alimentos, donde los interesados podrán aprender preparaciones que pueden ser consumidas por quienes sufren la patología.
La alimentación es un tópico recurrente en las actividades de capacitación que realiza el organismo, ya que –como dice Muñoz- es fundamental para que las personas celíacas “puedan mantenerse lo mejor posible y puedan vivir sin complicaciones dentro de su condición”, puesto que no existen medicamentos ni curas para la enfermedad.
Esta patología autoimune se caracteriza por una inflamación progresiva de las vellosidades y micro vellosidades que cubren el intestino delgado, provocada por una proteína que contiene el gluten, por lo que sus portadores deben evitar el consumo de este elemento en su dieta. La enfermedad puede causar, con el tiempo, la atrofia y desaparición de estas vellosidades, dificultando la absorción de nutrientes.
En un balance de las actividades desarrolladas este año, Sara Muñoz destacó las acciones de difusión realizadas en un mall y en el centro de Concepción, así como la serie de reuniones mensuales para los socios de la Corporación, abiertas igualmente a familiares, cercanos y público interesado, a las que han asistido personas incluso de otras ciudades. “Todos los meses hemos tenido capacitaciones con algún profesional que entrega conocimientos con algo relacionado con la enfermedad. Hemos tenido como invitados a dermatólogos, sicólogos, obstetras, nutricionistas”, dijo.
Esto, porque la enfermedad requiere de atención en distintos frentes. “Por ejemplo hay una relación estrecha entre la enfermedad celíaca y enfermedades a la piel, por eso tuvimos a un dermatólogo; a su vez, cuando se diagnostica a un niño o un adulto, él y su familia tienen que recibir apoyo psicológico para aceptar esta condición en sus vidas. Por eso tenemos una psicóloga que nos apoya permanentemente y de forma gratuita”.
Para la académica, esta ayuda es fundamental, porque hay muchos asociados a la corporación que son personas de escasos recursos. “Además, la canasta de alimentos de un celíaco es casi el doble de la canasta normal, y hay muchos gastos más”, señaló. Por eso, dentro de los logros de este año cita un proyecto que le permite a la Corporación adquirir, al por mayor, un tipo especial de harina que es la que pueden consumir los celíacos, de modo que pueden acceder a ella a menor precio.
En este momento son cerca de 80 las personas que participan de las actividades de esta Corporación, cuyo quehacer –a juicio de su presidenta- se inscribe dentro de la responsabilidad social de la Universidad. “Nuestra idea es ayudar con nuestros conocimientos, con nuestros espacios en la Facultad y para todo tenemos el apoyo de la Universidad”, afirmó.