En una actividad conjunta de los departamentos de Sociología y Antropología, y de Trabajo Social, de la Facultad de Ciencias Sociales, y de Salud Pública, de la Facultad de Medicina,  en el Casa del Arte se llevó a cabo el lanzamiento del libro El padeciente. La medicina cuestionada. Un testimonio, la última publicación del médico oftalmólogo, académico de la Universidad de Chile e integrante del directorio de la Sociedad Chilena de Bioética, Miguel Kottow.
En el texto, el doctor relata y analiza su experiencia como paciente hospitalizado en una clínica privada en Santiago, para tratar un síndrome Guillian Barret, vivencia a partir de la cual nace una profunda crítica al funcionamiento del Sistema de Salud chileno, desde la perspectiva de la bioética.
“Este libro tuvo una sola posibilidad de escribirse, no podría haberlo escrito de otra manera; es un libro doloroso, me duele cuando lo miro, me duele cada vez que lo comentan, cada vez que tengo que revisarlo, es un libro que renueva lo que fue mi experiencia, que fue muy seria”, comentó el autor.
A pesar de ello, aclaró que el texto no busca ser un registro del dolor, sino que “un testimonio sociológico de lo que significa ser un enfermo, un enfermo dependiente, sin muchos recursos de participación propia en la sanación o en un sistema que yo creo tiene muchas perversidades”.
El doctor en Medicina reconoció que el mayor dolor en este proceso fue escribir en contra de su profesión. “La posición corporativa de nuestro Colegio Médico, que acepta que por principio o por defecto estamos bien, que si hay caídas son un de par de ovejas negras y que si las cosas no funcionan es porque el sistema frente al cual trabajamos-no en el que trabajamos- es el culpable de nuestras deficiencias. Yo creo que nosotros somos culpables de lo que pasa, en el sentido de que participamos en ese sistema (la medicina privada)”, dijo.
El libro fue comentado por la académica de la Universidad del País Vasco,  experta en Bioética y profesora visitante de la UdeC, Azucena Couceiro, junto a la antropóloga médica e investigadora del Departamento de Sociología y Antropología, Carla Donoso.
La doctora Couceiro explicó que este libro no debe ser visto como una crónica, sino -tal como lo señala el título- como un testimonio que calificó de descarnado “hasta el punto de que podría adjetivarse, en algún modo, como obsceno por la ausencia de pudor alguno en el relato de la vivencia y sus vericuetos”.
Para la académica, el texto es una denuncia de lo que muestra el sistema de salud, los problemas que se están evidenciando el la relación y la confianza entre médico y paciente y, en definitiva, de los aspectos éticos de la profesión.
Por su parte, Carla Donoso destacó el valor autoetnográfico del texto “en la medida que refleja la experiencia y por cuanto constituye un relato de primera mano de estos padecimientos sufridos por el autor” y, por ello –dijo- debe ser leído como “una narrativa, es decir una reconstrucción, una ficción, articulada a partir de los fragmentos de la memoria”.
La académica calificó el relato como una “autoetnografía multitextual o polifónica, en que confluyen varias voces: la voz del enfermo, del médico, del bioeticista y de los varios autores que inspiran su pensamiento y dialogan con él”, vinculándolo asimismo con la antropología del cuerpo y el sufrimiento. A juicio de la investigadora, El pa(de)ciente es un punto de partida para comenzar a analizar y dialogar sobre la salud y la enfermedad.