Cada 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, conmemoración que este año está centrada en la temática “el agua y la seguridad alimentaria”, tópico que nos puede resultar un tanto ajeno porque –afortunadamente- en Chile el hambre no es un problema masivo. Sin embargo, basta ver las noticias de estas últimas semanas, que dan cuenta de inundaciones en lugares tan distantes como Arica y Punta Arenas, así como aquellas que informan sobre la forma en que la sequía afecta el precio de los alimentos, para entender la importancia del agua. Por eso pertinente reflexionar, en esta fecha, en cómo ha cambiado nuestra percepción de los problemas que debemos enfrentar como sociedad respecto de los recursos hídricos y la producción de alimentos.
Cuando era niño, escuchaba a mis profesores hablar con temor del futuro, pues la población aumentaba mucho más rápido que nuestra capacidad de producir alimentos y, de hecho, los más catastróficos argumentaban que a fines del Siglo XX habría grandes guerras causadas por la hambruna. No obstante, la llamada “Revolución Verde” evitó ese conflicto al incorporar el uso de maquinaria, fertilizantes y sistemas de riego a la producción de alimentos, aumentando el rendimiento de los campos, lo que finalmente llevó a una sobreproducción.
Ello ocurrió porque antes nuestra prioridad como sociedad era asegurar la producción y por eso no nos preocupaban otros temas, como el  medio ambiente. Sin embargo, al pasar los años, con una  producción de alimentos segura, finalmente nos dimos cuenta de que la "Revolución Verde" no fue gratis, sino que causó grandes problemas ambientales e impuso modas alimentarias que han traído consigo una serie de problemas, entre ellos la obesidad.
Por eso, nuestra sociedad demanda hoy un mejor nivel de vida, alimentos de mejor calidad y una mayor protección ambiental. Eso nos lleva a una nueva situación: no sólo hay que producir alimentos, sino que estos deben ser de mejor calidad y producidos de forma tal que no afecten al medio ambiente.
Así, a futuro, el manejo del agua será un tema central, pues será necesario conciliar las crecientes demandas de los diferentes sectores de la economía, frente a un recurso bastante escaso en tiempos de sequías, las que sin duda seguirán presentándose. Por ello, debemos incorporar nuevas tecnologías en el manejo del agua, pero esta vez sin repetir los errores de la “Revolución Verde”, pues necesitamos urgente un desarrollo que -además- conlleve equidad y una mejor protección del medio Ambiente.
Dr. José Luis Arumí

Director Departamento de Recursos Hídricos

Universidad de Concepción