En la UdeC se presentó Tercer Indice de Solidaridad Nacional

Con una gran concurrencia de estudiantes y profesionales, se desarrolló la presentación del Tercer Índice de Solidaridad Nacional, actividad organizada por la Universidad de Concepción, el Centro de estudios MIDE UC y el Hogar de Cristo.
Afirmando que sin mediciones y ciencia es difícil mostrar realidades, el Vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos, Alberto Larrain, dio inicio a la jornada agregando que la solidaridad es algo que se practica poco y es interesante que investigadores nos muestren la realidad de la solidaridad de los chilenos.
El Vicerrector destacó además el compromiso de la UdeC en trasmitir y formar a nuestros jóvenes en esta realidad y entregarles herramientas para que el Chile del futuro sea menos desigual.
Luego el gerente del Centro de estudios MIDE de la Universidad Católica de Chile, Flavio Cortés, explicó que el estudio se realizó a partir de la aplicación de una encuesta a nivel nacional, que tuvo como universo a personas de ambos sexos y de todos los grupos socioeconómicos -de entre 18 y 64 años de edad-, residentes en hogares particulares del Gran Santiago, Antofagasta, Viña del Mar, Valparaíso, Concepción, Talcahuano y Temuco.
En la presentación, el sociólogo evidenció las diferencias con las mediciones anteriores (realizadas en el Gran Santiago en 2009 y a nivel nacional el año 2010), considerando que de los tres tipos de ayuda medidos, la donación en dinero bajó entre 2010 y 2012 de 6% a 5,6%, la donación de objetos materiales subió levemente de 2,1% a 2,2%, al igual que la donación de tiempo personal de un 2% a 2,26%.
Luego de revisar estos factores, Cortés indicó que el Índice de Solidaridad Global obtuvo un puntaje promedio igual a 3,4%, precisando que se observó un alto puntaje en la dimensión de Donación de Dinero (5,6), pero en cambio, en las dimensiones de Donación de Objetos Materiales y de Tiempo Personal estas fueron más bajas en general.
Asimismo, revisó detalladamente cada uno de los resultados del estudio, concluyendo que "este índice varía sustancialmente en función de factores psicosociales como la empatía con la pobreza, los valores solidarios, la percepción de impacto de la ayuda ofrecida, la identidad nacional y religiosa, el sentido de responsabilidad por la pobreza, la confianza en la instituciones públicas y la ayuda orientada a la autonomía".
Por lo tanto, señaló que a medida que los chilenos adhieren a valores solidarios, se sienten responsables por el problema de la pobreza y aseguró que falta una política escolar clara sistemática y cotidiana, con un mensaje que existe otro.
Posteriormente se desarrolló un panel con la participación de actores sociales regionales, quienes analizaron desde la perspectiva de los desafíos, los resultados de este estudio.
En su exposición, la Directora del Programa de Estudios sobre la Responsabilidad Social de la UdeC, Dra. Gracia Navarro, reflexionó sobre el concepto de solidaridad entendido como un valor trascendente para el ser humano, que implica la unión y colaboración mutua de dos o más personas para conseguir un fin común.
La académica precisó que para actuar con solidaridad, es necesario conocer las necesidades propias y de los demás, e impactarse afectiva y emocionalmente por estas necesidades, para así desarrollar recursos para dar respuesta a estas necesidades, por lo tanto desde ahí que la formación y el perfeccionamiento personal es fundamental.
Considerando este contexto, señaló los desafíos sobre esta temática en la UdeC, precisando que la Universidad cuenta con un modelo educativo que incorpora transversalmente la responsabilidad social en la formación de sus estudiantes e incluye la solidaridad entendiendo la conducta solidaria como una acción concreta, a través de la cual se ejerce la responsabilidad social.
Por lo tanto, precisó que se busca fortalecer estos conceptos en el 100% de los estudiantes que ingresan a la UdeC, y mantener un perfeccionamiento permanente del modelo que tenemos para ellos, a fin que respondan a las características y necesidades de los jóvenes que cada día ingresan y que son diferentes en cada generación.
Sobre un segundo desafío, afirmó que es necesario avanzar desde la participación en el logro de una cultura organizacional que tenga características necesarias para fortalecer la responsabilidad social, describiéndola como una cultura donde se vive y se forma en compromiso ético, solidaridad y responsabilidad social.
Luego, la Dra. Navarro comentó el desafío de avanzar en el perfeccionamiento de los académicos, directivos y personal de apoyo no sólo en aspectos teóricos y estrategias de aprendizaje en responsabilidad social, sino también en habilidades personales e interpersonales para educar en actitudes y valores.
Agregó que además se deben fortalecer y difundir nuestras estrategias metodológicas especialmente lo referido al aprendizaje y servicio.
Finalmente, valoró el aporte de la UdeC en generar y difundir cada vez más conocimiento en torno a la formación de personas socialmente responsables y solidarias para ponerlo al servicio de otras personas y organizaciones que participan en el proceso educativo, ya sea desde instituciones educativas, religiosas, deportivas o desde las familias.