Con el objetivo de analizar las causas de la actual crisis de la pesquería de sardinas y anchovetas en la Región del Biobío, el viernes pasado la Subsecretarpía  de pesca  convocó al comité científico de la pesquería pelágica a una reunión extraordinaria, en la cual participó el académico del Departamento de oceanografía e investigador del Programa COPAS Sur-Austral, Dr. Luis Cubillos.
El biólogo pesquero y experto en evaluación de poblaciones marinas de la UdeC, precisó que en la reunión se analizó la disminución de la abundancia de  nuevos peces que se incorporan  al stock explotable, explicando que “revisamos si esto es causado  por un exceso de pesca o por factores ambientales que afectaron  la supervivencia desde que fueron puestos como huevos  hasta que son un juvenil, que puede ser  vulnerado por un arte de pesca”.
En el caso de la sardina y la anchoveta, el académico UdeC explicó que está constantemente vigilada su abundancia con dos cruceros al año, uno que se realiza en enero para revisar la abundancia de reclutas y el otro en mayo, para ratificar este  reclutamiento.
El Dr. Cubillos explicó  que según el modelo de evaluación de stock que sirve para fijar las cuotas,  hasta el 2012 no existían síntomas de sobrepesca, por lo tanto el comité analizó  los factores ambientales, afirmando que “aparentemente  en la primavera de 2012  hubo condiciones  ambientales que no fueron favorables para que sobrevivieran huevos y larvas , condición necesaria para que existiera un buen reclutamiento para este año”.
Para el académico, a pesar de que la intensidad de pesca no fue importante en términos de extraer más de lo que era permisible  biológicamente,  el modo de explotación de todos modos puede ser un factor relevante para explicar esta crisis, ya que a su juicio,  “en estos recursos siempre ha existido lo que se llama sobrepesca por crecimiento, que es una forma de explotación concentrada  en los juveniles, antes de  que estos puedan crecer”.
Precisó que esta modalidad de explotación -aunque esté restringida- genera un esfuerzo de pesca bastante alto, que “vulnera a los peces juveniles que vienen con crecimiento más rápido y deja en el mar  a los que tienen un crecimiento más lento, provocando  un cambio en la demografía, ya que al crecer más lento se demoran más en madurar y el aporte de esos juveniles cuando llegan a ser maduros, para renovar la población es más lento”.
Sobre las medidas necesarias para  revertir la sobre pesca por crecimiento, el Dr. Cubillos enfatizó que se debe evitar la pesca de juveniles y tener un mayor control de la explotación, explicando que “casi el 95% de  la extracción de la pesquería pelágica, entre ellas la  sardina y anchoa, se realiza  entre marzo y abril, justamente cuando ingresan estos peces juveniles”.
En relación a la actual crisis, el investigador consideró que “es una oportunidad para el sector para analizar el riesgo que tiene la actividad y tener más cuidado con la explotación de recursos”.