El 73% de los estudiantes de la Universidad de Concepción cerrará esta semana su semestre. Esto corresponde a 65 carreras de un total de 91 que culminará en plenas condiciones de normalidad el primer tramo de formación del año. El grupo restante se mantiene hasta hoy en estado de paralización, adhiriendo a diferentes demandas tanto de carácter interno como nacional.

En vista de ello, la Dirección de Docencia de la casa de estudios prosigue con su convocatoria a retomar las actividades regulares, en circunstancias de que el plazo para la formación efectiva de los estudiantes en los diferentes programas no puede sufrir nuevas mermas.

Así lo reafirma la Dra. Carolyn Fernández Branada, Directora de Docencia UdeC, quien ratifica que la recalendarización definitiva se mantiene vigente. Esto significa que el jueves 29 de agosto se da término al primer semestre, el lunes 2 de septiembre se inician las actividades del segundo y el viernes 27 de diciembre se cierra el período lectivo 2019.

"(La recalendarización) es una definición institucional que fue realizada por el equipo de Rectoría en trabajo consensuado con los consejos directivos de las facultades que están paralizadas. Esta no es una decisión arbitraria. Por lo tanto, dentro de conversaciones que buscan establecer la mejor alternativa, se toma esta decisión de reprogramar y se avisa. Efectivamente el tiempo de término en esta reprogramación es impostergablemente el 29 de agosto", comenta la Directora de Docencia.

La profesional hace hincapié en que la reprogramación contempla "el cumplimiento de las semanas adecuadas", pero que es urgente que las carreras paralizadas vuelvan al aula, puesto que los tiempos se agotan. "Ya han pasado varios días y hay estudiantes que han decidido no iniciar sus actividades. Nosotros insistimos con el llamado. Es importante que los estudiantes comprendan que hemos tomado esta medida pensando en las inquietudes que tenemos en términos de calidad y garantizando los tiempos asociados a sus beneficios. Las decisiones están tomadas sobre la base de garantizar que la gran mayoría de nuestros estudiantes pueda cumplir con esos propósitos".

En cuanto al panorama de movilizaciones, una realidad que enfrentan periódicamente buena parte de los planteles de educación superior en nuestro país, la Dra. Fernández detalla que se ha calculado, sumando la cantidad de paralizaciones en las que participa un estudiante en ciertas facultades, hasta un año de pérdida de clases (en el contexto de un programa de pregrado de cinco años). "Esto no puede seguir normalizándose. Hay que dar énfasis en la formación de calidad. No tenemos que ceder en lo que significa la calidad".

"Por eso es que esta decisión (recalendarizar definitivamente) se tomó muy meditadamente, desde distintas perspectivas. La primera es, justamente, poner en el centro al estudiante, y eso tiene que ver con toda su formación de calidad, con todo lo que impactan en ello estas paralizaciones, culminando la actividad académica en enero o marzo, modificando tiempos, teniendo lapsus", agrega.

Finalmente, la Directora subraya que el diálogo constante con los estudiantes en estado de movilización se mantiene abierto y que este no cesará una vez retomadas las clases. "La reprogramación de la actividad académica, el comunicado de Rectoría sobre la decisión clara e impostergable de término del primer semestre y de inicio del segundo, no tiene nada que ver con cortar los canales de diálogo. Al contrario. Nosotros seguimos sosteniendo que queremos seguir conversando con los estudiantes en caminos paralelos".

"Activar las acciones académicas y continuar con los diálogos. Los canales de comunicación siguen abiertos, con movimientos o sin movimientos estudiantiles", sentencia.