Los académicos de la Facultad de Ingeniería Claudia Carrasco y Jorge Jiménez presentaron su proyecto Fondef, que busca utilizar latas recicladas para obtener productos tubulares que sirvan para crear marcos de bicicletas o estructuras de riego, entre otros usos.

La presentación del proyecto contó con una charla de María José García, directora ejecutiva y fundadora de Fundación El Árbol. Ellos trabajan directamente con los recicladores de base, quienes recolectan desechos para su venta y posterior reciclaje.

En este caso, García comentó algunas experiencias específicas en el reciclaje de latas de aluminio. Señaló que en un evento como el Rock en Conce, donde se reúnen miles de personas, se pueden llegar a recolectar cerca de 800 kilos de latas. En edificios, en tanto, la experiencia muestra que se puede llegar a los 10 kilos mensuales.

La expositora destacó que los recicladores, que en Chile suman cerca de 60 mil personas y en la Región del Bío Bío están registrados alrededor de 114, son un estamento de trabajadores y trabajadoras invisibles, que recién fueron reconocidos en la ley de 2016 sobre reciclaje. Por lo mismo, la labor que desarrolla su fundación es la búsqueda de alternativas para asociar a estas personas y que puedan mejorar sus condiciones laborales.

“Tener la oportunidad de presentar el rol que juegan los recicladores es importante para nosotros. Estos proyectos permiten ampliar y potenciar el rol que ellos realizan”.

En tanto, Jorge Jiménez explicó que este proyecto, que ya lleva dos años de trabajo, generó un proceso en el que se aprovecha el aluminio de las latas, incluidas sus impurezas, para generar un nuevo material que puede ser usado no solo para crear nuevas latas -que es lo que usualmente se realiza con lo recolectado- sino que toda una nueva línea, en este caso, de elementos tubulares que puedan ser por ejemplo, marcos de bicicleta o tubos de riego.

“El proceso que estamos desarrollando permite trabajar con las impurezas y usarlas para darle ciertas propiedades estructurales al material y producir elementos a bajo costo. Esto también se condice con las capacidades que existen en la industria metalmecánica, donde detectamos que existe capacidad ociosa. La elaboración de este material permitiría mejorar la productividad de los equipos y las personas que trabajan en estas industrias para poder producir este material”.

El desarrollo a mayor escala de este material, señaló Jiménez, permitiría a los recicladores aumentar su mercado e incluso, poder participar del aumento de valor agregado que significa crear otro producto a partir de los desechos.