La evaluación docente del primer semestre de 2018 incorporó nuevas preguntas, con el objetivo de realizar un análisis del trato igualitario, con énfasis en la discriminación de género en las asignaturas que se dictan en esta casa de estudios. De esta forma, según lo informado por la Dirección de Docencia, se contará con un diagnóstico que permita identificar carreras y niveles formativos que requieran mayor apoyo para fomentar buenas prácticas docentes.


Entre las proyecciones, informaron desde la Dirección, se espera evaluar y hacer una devolución de estos resultados a cada docente, como una forma de retroalimentarlos con la percepción de sus
estudiantes, entendiendo que los resultados deben interpretarse, dado que se trata de un instrumento de autorreporte con las ventajas y limitaciones que esto conlleva. Sin embargo, dicha retroalimentación individual se discutirá primero en el Consejo de Docencia, conformado por la totalidad de los vicedecanos y vicedecanas de todas las facultades en los tres campus universitarios.

La evaluación docente del primer semestre ha sido producto de dos momentos relevantes: el primero, un trabajo que revisa los ítems de años anteriores por parte de una comisión que asumió esta tarea durante el año 2017 y es sancionado este mismo año en el Consejo de Docencia; y, luego, el segundo momento que se ha iniciado a partir de junio del presente año con la incorporación del ítem III: “Aspectos relativos al trato igualitario”, cuyas preguntas responden a una iniciativa piloto que pretende recabar información sobre el tema del trato igualitario con foco en la discriminación de género, atendiendo a los acuerdos que se realizaron en la mesa de negociación. 

La Directora de Docencia, Carolyn Fernández, explicó que la construcción del instrumento se ha visualizado como un proceso participativo y que estas preguntas “se aplicaron junto a la encuesta docente, pero en su carácter piloto no será considerada dentro de la evaluación docente esta vez. Para ello su estructura final, su uso y su formato de reporte deben ser aprobados previamente por el Consejo de Docencia”. Asimismo, sostuvo que “la colaboración será siempre bienvenida y estamos como Dirección abiertos a recibir aportes y participación en este proceso”.

Además, como ha sido informado al Consejo de Docencia, la intención es incorporar en futuras versiones de la evaluación docente un factor que aborde la promoción de un ambiente de aula positivo que incluirá prácticas inclusivas en un sentido más amplio. Esto permitiría considerar la discriminación como un proceso más complejo y dar una aproximación positiva al instrumento, abordándolo desde las prácticas que se espera promover en la comunidad académica.


En esta línea, la Dra. Fernández afirmó que el enfoque en igualdad de género “responde a un acuerdo tomado en las mesas de negociación con las Mujeres Autoconvocadas de la Universidad, y aunque entendemos que en la universidad como en la sociedad pueden existir distintos tipos de discriminación, la transversalidad y gravedad de la discriminación de género es ampliamente reconocida. Por eso, incluso organismos como la Unesco consideran que es necesario relevarla y evitar que se invisibilice en instrumentos genéricos de discriminación”.

Finalmente, la Directora recalcó que “la igualdad de género es un compromiso ineludible y, en este entendido, iniciativas como éstas buscan generar una oportunidad para que los estudiantes expresen sus percepciones, para que nuestros equipos académicos conozcan las opiniones de ellos y eventualmente identifiquen conductas de las que no son del todo conscientes y como universidad contemos con evidencia para sustentar un mejoramiento constante hacia una universidad más respetuosa, inclusiva y justa”.