La vida, la muerte y la transformación son los temas que aborda la exposición fotográfica Memento vivere (recuerda vivir) que la artista plástica Francisca Parada exhibe hasta el 2 de septiembre en la Sala David Stitchkin.

“Es una obra de carácter contemporáneo, que genera una fusión entre la fotografía tradicional, las técnicas digitales y ciertos aspectos del arte pop”, afirmó el Director de Extensión, Rodrigo Piracés, en la apertura de la exposición.

Por otro lado, señaló que el trabajo de Francisca Parada remite a “temáticas que están ancladas en raíces que tienen que ver con la historia del arte, con cierta imaginería, como lo que antiguamente se conocía como el iluminado de la foto. Ella traduce esa tradición con las técnicas actuales y eso hace que sea un discurso artístico contemporáneo y también crítico”.

Penquista de nacimiento, la fotógrafa creció en la Región de Aysén, cuyos paisajes son recurrentes en su obra. Son elementos de ese entorno los que marcan el comienzo de "Memento vivere", que consta de cuatro cráneos y ocho fotografías digitales intervenidas.

“Esta exposición parte el año 2014 cuando me voy a vivir a Cohayque. Ahí me empiezo a encontrar con una serie de cráneos (de caballos y vacunos) tirados en la carretera, lo que me pareció muy fuerte”, señaló.

Así surge una reflexión en torno a la vida y la muerte, que la movió a intervenir los cráneos con distintas técnicas. “La idea de los cráneos es transmutarlos, llevarlos a la vida de nuevo mediante el arte y lo hice definiéndolos en cuatro pilares: nacimiento, ego, sexualidad y muerte”, dijo.

Y a través de ellos, empezó a imaginar las historias que narran las fotografías, dos por cada uno de estos pilares que, para la artista, son los aspectos fundamentales de la existencia de una persona y de los que debe hacerse consciente. “Ese es el viaje que propone esta obra”, señaló.

Desde una pespectiva personal, explicó que esta serie “es el viaje que hace una niña para convertirse en mujer y que para hacerlo pasa por estos cuatro pilares”.

La artista manifestó que para ella es un orgullo exponer en la ciudad y, más aún, en una sala vinculada a la Universidad de Concepción. “Agradezco que se hayan fijado en mi trabajo, que hayan aceptado mi propuesta. Es un regalo para mí”, expresó.