Un sistema de desgasificación continuo de aceites comestibles por ultrasonido, que evita el aumento de la temperatura y un sistema continuo homogeneizador y pasteurizador por ultrasonido, además de prevenir las detenciones durante el proceso de obtención de leche fluida, son los proyectos en los que se encuentran trabajando los investigadores del Centro de Desarrollo Tecnológico Agroindustrial de la Facultad de Ingeniería Agrícola (Cdta-UdeC), liderados por su Director, Rudi Radrigán, y el Jefe de Laboratorio, Sixto Rojas, quienes ya lograron patentar ambas invenciones, que permiten obtener productos de consumo humano más saludables.

De acuerdo con lo explicado por los investigadores, debido a que la industria agroalimentaria evoluciona constantemente y la tecnología cumple un rol importante en este sector, diseñaron una tecnología que permite optimizar las características del aceite y la leche.

“Empezamos a trabajar con todo tipo de aceites de maravilla, usados, nuevos, con agua y en otras condiciones para luego aplicarles ultrasonido y el aceite se limpió. Como sucedió esto, decidimos dejar el aceite sin sellar, abierto, para ver si se enranciaba o no y durante un año fuimos tomando muestras y la verdad es que la curva de degradación era mínima y por esto comenzamos a buscar información de si esto era un caso aislado o si habían patentes al respecto, pero es muy difícil trabajar en sistemas continuos de ultrasonido y por lo mismo no existe mucha información. Entonces, nosotros encontramos los ángulos exactos y patentamos un sistema de desgasificación continuo de aceites comestibles por ultrasonido, que evita el aumento de la temperatura. Estas son patentes de diciembre del 2017 y como no han existido observaciones podríamos comenzar a comercializar la tecnología. Este sistema es tan bueno que incluso nos sugirieron patentarlo a nivel internacional”, explicó el Dr. Radrigán.

Por su parte, Sixto Rojas agregó que “si consideramos la lejanía de los mercados más atractivos, económicamente hablando, y que esta lejanía conlleva un tiempo de transporte que disminuye significativamente el tiempo de almacenaje y, por lo tanto, existe una necesidad de aumentar el tiempo de vida de anaquel, que es uno de los factores de calidad del aceite de oliva, podemos transformar a este factor como un elemento de calidad diferenciador del aceite de oliva chileno. Lo anterior implica que se podrían abrir mercados aún más lejanos, aumentando las exportaciones, lo que implica un impacto social que no hemos evaluado, pero que imaginamos es muy significativo para el país”.

Dado el exitoso trabajo de esta tecnología en aceites, los investigadores buscaron probar qué sucedía con otros fluidos y es así como comenzaron a trabajar la leche. “Al trabajar con este líquido no tuvo el mismo efecto, no desgasificaba, cuando se calentaba la leche no se formaba la nata, entonces había un efecto distinto y empezamos a ver la mecánica de ondas y descubrimos que los ángulos son levemente distintos y la leche se emulsificaba, así que aumentamos la potencia, trabajamos con dos frecuencias a la vez y realizamos varias experiencias distintas para analizar las partículas y logramos bajar la cantidad de microorganismos, ya que la pasteurización si mantiene una cantidad de microorganismos presentes, y así es como nació el otro proyecto que llamamos un sistema continúo homogeneizador y pasteurizador por ultrasonido que evita efectuar detenciones durante el proceso de obtención de leche fluida”, precisó el Dr. Radrigán.

Haber logrado patentar estas dos iniciativas, a fines del año pasado, fue un logro importante para la Facultad de Ingeniería Agrícola. Para el Director del Cdta, “este patentamiento nos permite mostrar a los empresarios del rubro agroalimentario que nuestra Facultad es la número uno en desarrollo de tecnologías, que está actualizada, que permite brindar soluciones a los problemas de la industria, porque estos no son proyectos que nacen aisladamente, sino que viene a responder una necesidad específica de cada uno de los rubros en los cuales estamos nosotros trabajando”.

La recopilación de información, investigación y desarrollo tecnológico la han desarrollado durante 3 años y los frutos han sido significativos, siendo reconocidos con el premio Ciencia con Impacto 2018 en la categoría Protección de Invenciones que entregó recientemente la UdeC. “Este es un logro del equipo, y como tal nos ha permitido visualizar que nuestro trabajo está siendo valorado y que estamos haciendo cosas importantes para el desarrollo de la ciencia aplicada”, indicó el Dr. Radrigán.

Francisca Olave