Autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales constataron los avances que presenta la construcción de su esperado auditorio en una visita inspectiva con profesionales de la Dirección de Servicios de la Universidad.

Durante el recorrido, el Decano Bernardo Castro, el Vicedecano Sergio Hernández y el Jefe Administrativo Carlos Peña pudieron conocer las instalaciones del recinto y las novedades que presentará el recinto que debería ser entregado en las próximas semanas.

El Dr. Castro destacó que “este auditorio responde a las necesidades de la comunidad y, además, es un espacio inclusivo desde todo punto de vista. A diferencia de otros edificios, en este edificio lo más importante es la accesibilidad. Por eso nos preocupamos de contar con rampas en el ingreso, rampas en la salida y, al interior del recinto, una rampa principal. Esto permite que una persona en silla de ruedas pueda recorrer con tranquilidad, ir a su propio baño adaptado y que se pueda ubicar en el recinto en diferentes posiciones. Además, hay una rampa hacia el escenario, así que cualquier persona podrá disfrutar de este espacio que fue pensado para nuestros estudiantes, docentes y personal administrativo de nuestra facultad”.

Por su parte, Carolina Friedl, arquitecta de la Unidad de Proyectos de la Dirección de Servicios UdeC, detalló que “este auditorio solicitado por la Facultad de Ciencias Sociales albergará entre 180 a 200 personas y tiene un volumen de baños aledaños que considera espacios para personas en situación de discapacidad, mujeres y varones. El interior del edificio tiene iluminación led y eficiencia térmica alrededor. Y bueno, su entrega estaba programada para días antes de vacaciones, pero solicitamos extender el plazo por las complicaciones para terminar detalles del exterior debido a las lluvias y humedad que hay afuera. El edificio se debería entregar a fin de mes, pero quedará pendiente la instalación de butacas, pues nosotros sólo vemos obras civiles”.

Respecto de las complicaciones que presentó el proyecto en sus inicios, la profesional precisó que “hubo algunos árboles que eliminar e instalaciones que desplazar de la red matriz de la universidad, de calefacción e iluminación. Todo esto tuvo un costo antes de hacer las fundaciones del edificio. El terreno tampoco era el mejor, pues tenía una napa subterránea. Por esa razón, debimos hacer un trabajo de mejoramiento e intentamos nivelarlo a la altura del Aula 9, pero aislando térmicamente para evitar que toda la humedad que hay abajo para se traspase al edificio”.

Ignacio Abad