Desde 2013 que la Facultad de Ingeniería Agrícola cuenta con una sala de estudio para los alumnos de sus cuatro carreras, sin embargo, permanentemente se realizan modificaciones y mejoras que otorgan mayor comodidad a los estudiantes.

Así, entre el término del primer semestre y mediados del segundo del presente año, los alumnos de la Facultad se encontraron con que su sala de estudio se encontraba cerrada, debido a que se implementaron mejoras en el piso y se agregó un comedor.

En su inicio, cuando el Salón de Conferencias pasó a ser la Sala de Estudios “Liliana Jiménez”, se realizó la primera inversión, que implicó pintura de paredes y actualización de muebles, para lo que se utilizaron 6 millones de pesos aproximadamente.

Durante la segunda etapa, realizada este año con una inversión de 5 millones de pesos, se efectuó la renovación del piso, mejoramiento de la señal Wi-Fi y se implementó un comedor con microondas y lavaplatos, pensado especialmente para aquellos alumnos que se quedan a almorzar en la Universidad.

Marianela Carreño, Jefa de Administración y Finanzas de la Facultad de Ingeniería Agrícola, comentó que “este es un espacio de elemental importancia, ya que es primordial que los alumnos tengan un lugar donde puedan hacer sus trabajos, reunirse con sus pares y poder trabajar tanto en grupos como individualmente”.

Actualmente, la sala se encuentra abierta desde las 8 hasta las 20 horas y cuenta con dos espacios que tienen una capacidad aproximada para cien personas. El primero de ellos se espera habilitar como sala de silencio y el otro para trabajos grupales.

En cuanto al comedor, su administración general es llevada por las autoridades de la Facultad, pero su mantenimiento y orden es responsabilidad de los alumnos, principalmente del centro de estudiantes, quienes han sabido mantenerlo ordenado y funcional para todos quienes deseen desayunar, almorzar o compartir con sus compañeros.

Moira Fernández