En el auditorio Alamiro Robledo de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas se llevó a cabo la premiación a los 40 alumnos de distintos establecimientos educacionales de la región que sobresalieron en la vigésimooctava versión de la Olimpiada Nacional de Matemática.

En la actividad, el Dr. Patricio Felmer, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2011, dictó una charla motivacional abierta a la comunidad, para alentar a profesores y alumnos a resolver problemas matemáticos. Tras esto, el académico realizó un taller para docentes de la región interesados en llevar la resolución de problemas a la sala de clase.

César Flores, encargado regional de la Olimpiada y docente del Departamento de Matemática de la UdeC, fue quien dio la bienvenida a los asistentes, contextualizando la historia de este torneo. "Felicito a todos los que participaron, alumnos desde séptimo básico hasta cuarto medio que se desafiaron a sí mismos para ir pasando etapa tras etapa", señaló.

Flores comentó que este torneo es la actividad escolar más antigua y más tradicional en el área, ya que reúne "dos elementos de la filosofía griega, las olimpiadas y las matemáticas. Siempre recalcamos que esto no es una olimpiada marcada por grandes premios, sino que es una competencia por el honor, por aprender y por resolver problemas utilizando sólo papel, lápiz y la mente".

En la primera etapa de la competencia, que comenzó en junio, participaron 5 mil alumnos de la región, pero tras varias pruebas en las semifinales sólo quedaron 200. Los seleccionados estuvieron tres días en el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (Cpeip) del Ministerio de Educación en Santiago, resolviendo problemas más largos y complejos.

"Hoy quisimos destacar a los 40 alumnos que más sobresalieron en la competencia, y a la vez agradecer por el interés de los estudiantes, ya que este año tuvimos gran convocatoria y altísima participación, esperamos que en las siguientes versiones participen muchos más", destacó.

El académico recalcó que "este es un reconocimiento a sus capacidades y esfuerzos, pero es sólo un paso inicial, por lo que los invito a aprovechar esta oportunidad; vean cómo quieren seguir desarrollando sus potencialidades, no se sientan encasillados en un área, la idea es que de acuerdo a sus intereses sigan por un camino afín".

Tras esto, el Dr. Felmer, Premio Nacional de Ciencias Exactas 2011, dictó una charla enfocada en la importancia de la resolución de problemas para las matemáticas, donde recalcó que el mensaje principal es que el ejercicio de resolver problemas es el corazón de la matemática.

"Si no hay resolución de problemas no hay emoción, y si no hay emoción no hay desafío. Cuando el profesor te pide que desarrolles un problema te da miedo, pero a la vez te entusiasmas por lo desconocido y más aún cuando logras resolverlo. Esa emoción es la que se necesita en las matemáticas. Nosotros nos dedicamos a resolver problemas porque nos emociona, por ende en la sala de clases también debe pasar lo mismo", afirmó.

El investigador enfatizó que el gran desafío es entender que el profesor tiene la verdad y que el alumno debe preguntarse y cuestionarse cuál es la verdad. "El docente debe guiar al estudiante para que él pueda descubrir esa verdad, así van a entender que en matemática no sólo hay que repetir fórmulas de memoria, sino que también nos dan un espacio de reflexión, de discusión, de dudas que te llevan a descubrir nuevos conceptos o maneras de resolver problemas", puntualizó.

Por esto, en el taller realizado a docentes de diferentes establecimientos educacionales de la región y estudiantes de pedagogía, el académico buscó inculcar en los profesores la idea de resolver problemas. "El objetivo es que todos se enfrenten a un problema nuevo, ya que para que puedan llevarlo al aula los profesores tienen que haber tenido la oportunidad de resolver problemas y sentir esa misma emoción para traspasarla a los alumnos", concluyó.