En su cuarta versión, el curso "Liderazgo y comunicación" se ha convertido en una de las maneras más eficaces para que los alumnos se conecten con las problemáticas reales de su entorno y comiencen a interiorizarse en materias como la innovación social. Este año creció notoriamente con respecto a las versiones anteriores y contó con 150 participantes repartidos en dos secciones.

A cargo del docente Carlos Zapata, el curso consideró clases teóricas, prácticos orientados al desarrollo de la expresión corporal, revisión y lectura de textos breves y la realización de un proyecto final, en el que, a través de una experiencia real, los estudiantes puedan integrar todos los aspectos anteriores: trabajo en equipo, habilidades comunicativas, coordinación y gestión, construcción de relaciones de ayuda con terceros, entre otras. Esta es una evaluación integral de las fases anteriores.

Con respecto a las temáticas, el profesor Zapata, quien es antropólogo, mencionó que “hasta el momento, los temas han sido de libre elección. Se trata de proyectos de gestión de acción social y no de investigación o revisión de bibliografía. Ellos tienen que actuar organizadamente, y para lograr sus objetivos, deben aprender a requerir de la ayuda y la acción de los demás”.

Durante todo el primer semestre, los estudiantes estuvieron abocados a trabajar en su proyecto. Primero, a determinar la temática a la que apuntarán y luego en formular, y diseñar su intervención. Muchos de ellos se basan en problemáticas cercanas a su entorno o que pueden visualizar diariamente, como por ejemplo, las personas en situación de calle o la contaminación en un determinado sitio.

“Este año, por primera vez los grupos fueron conformados al azar, ya que en años anteriores dejábamos la constitución de los grupos a libre elección. Creo que esto es importante de destacar, porque cuando ellos entren a trabajar, ellos no elegirán con quién trabajar. Es importante que ellos tengan un aprendizaje en tanto a tolerar, aceptar y acoplarse a personalidades distintas”, agregó el docente.

El académico señaló, además, que este tipo de asignaturas basadas en proyectos con enfoque social, ha generado un interés transversal en alumnos, académicos y autoridades de la Facultad.

Cada proyecto desarrollado por los alumnos abre una ventana hacia una problemática factible de ser mejorada. Con respecto a la sensación con la que quedan los alumnos al terminar el curso, el profesor Zapata aseguró que “siempre viene la satisfacción final de que lo lograron, más allá de una nota, y que además, lo que hicieron tiene valor”.

Pía Fierro