En el ámbito de la producción de arándanos, ante la gran exigencia de los mercados en cuanto a la calidad de fruta y condiciones del transporte o simplemente la fecha de fructificación no adecuada para cada zona agroclimática, es necesario un recambio varietal para aquella producción que se encuentra fuera de mercado por estas características.

En Chile, la técnica para este cambio consiste principalmente en arrancar y plantar de nuevo las variedades elegidas, con todo el gasto y la lenta entrada en producción del nuevo huerto.

En la Facultad de Agronomía de la Universidad de Concepción el ingeniero agrónomo y Magister en Ciencias Pablo Muñoz, está desarrollando estudios de injertos con el objetivo de cambiar variedades en huertos ya establecidos.

El profesional, señaló que “se puede utilizar una planta adulta con una estructura ya formada y aprovechar todas las reservas de la planta original en el crecimiento de la nueva planta, solo con la precaución de eliminar durante los primeros años los brotes basales de la planta injertada. Por el momento, nos encontramos realizando estudios de tipos de injertos, fechas para realizarlos, rendimiento por injertador y costos totales”.

En un avance significativo, la iniciativa se proyecta exitosamente. “Los resultados preliminares muestran un bajo costo del cambio varietal y el gran crecimiento vegetativo observado durante la primera temporada, hace prever la posibilidad de obtener producción el primer año”, sostuvo el profesional.

De acuerdo a lo explicado por Muñoz, plantas injertadas el 2015 producirán en diciembre de este año, con rendimientos de plantas de huerto de tres o cuatro años establecidos en forma habitual.

Francisca Olave