Colonia Dignidad: desafíos en la búsqueda de verdad, justicia y memoria fue el título del encuentro organizado por la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, en conjunto con la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía de la UdeC y el Departamento de Memoria del Ministerio de Cultura.

La jornada comenzó con la ponencia de Carlos Basso, docente de la carrera de Periodismo de la UdeC, quien habló sobre el papel de Colonia Dignidad como una agencia de inteligencia que trabajó en función de sus propios intereses.

En la instancia, el académico señaló que "son 45 mil las fichas que ellos manejaban, no sólo de sus enemigos, también de sus amigos, ellos simplemente los fichaban. Así pasó con Sergio Bustos –involucrado en el Caso Caval–, quien habría trabajado con Manuel Contreras, pero de todas formas tenían una ficha con sus antecedentes".

La segunda presentación, estuvo a cargo de la abogada de Derechos Humanos, Magdalena Garcés, quien expuso los procesos judiciales que se han seguido en el país en relación a las víctimas que pasaron por Colonia Dignididad y quedaron como detenidos desaparecidos.

En este contexto, la experta valoró la actividad por el carácter interdisciplinario de los expositores, y al mismo tiempo, enfatizó en la dificultad que existe actualmente para indagar y realizar acciones judiciales después de tanto tiempo. "Es mucha la información que hay, pero no tenemos como sistematizarla. En este sentido, el gobierno no nos ha brindado ayuda, todos nuestros logros son impulsados por la sociedad civil. Cuesta investigar cuando las víctimas ya no están con nostros", afirmó.

Por su parte, Loreto López, antropóloga de la Universidad de Chile, expuso sobre los procesos de recuperación que han tenido diversos recintos de detención que se utilizaron en la dictadura, como el Estadio Nacional. En ese ámbito, destacó que "de los 1.109 centros de detención, 159 estaban en esta región, de ahí surge la importancia de hablar de este tema, ya que en distintas partes del país varios de estos recintos hoy se han transformado en lugares de memoria, recuperados con el esfuerzo de las víctimas, familiares y amigos. Como parte de la reparación simbólica debemos contarle a las nuevas generaciones todo lo que pasó y dónde pasó", afirmó.

Tras las exposiciones, Ana Merino, hermana del detenido desaparecido Pedro Merino, quien nunca más se vió luego de entrar al predio de Colonia Dignidad, y el abogado Winfried Hempel, quien creció en ese lugar, dieron sus testimonios.

Margarita Romero, presidenta de la Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad, recalcó la importancia de contar y hablar sobre lo que sucedió. "Ambos testimonios (Ana y Winfried) nos ayudan a esclarecer lo que pasó en ese lugar. Es un llamado a reflexionar cómo pudo existir este verdadero estado dentro de otro estado, cómo en este lugar se violaron todos los derechos de las personas. Nos interesa que como sociedad seamos capaces -sobre la base de la reflexión- de construir una democracia basada en el respeto a los Derechos Humanos", señaló.