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Escultura Homenaje al espíritu de los fundadores de la UdeC cumple 50 años

Columna escrita por Javier Ramírez Hinrichsen,
Director del programa de Magíster en Arte y Patrimonio
Universidad de Concepción
Hoy se celebran 50 años de la inauguración de la obra del escultor chileno Samuel Román Rojas Homenaje al espíritu a los fundadores de la Universidad de Concepción, que se encuentra en el Foro de la casa de estudios penquista (obra del arquitecto Emilio Duhart). "Un espíritu en el bronce" es el nombre de un documental realizado bajo la dirección de V. Arias V (1965). Aquella producción audiovisual inicia relatando la significación que tenía (y tiene) la ciudad de Concepción tanto para la región y el sur de Chile. Nos introduce graficando a la ciudad citando el libro del poeta, y quien fuera docente de la Universidad, Daniel Belmar: "Ciudad Brumosa" (1950). La primera imagen, al ir viendo el documental, es del edificio de la ex Escuela de Medicina, hoy llamado "Arco de la Universidad de Concepción", como marco del friso escultórico del argentino Mario Francisco Ormezzano. Posteriormente, se señala que el quehacer cotidiano "de estas juventudes australes" se alzan "en la evocadora personalidad de don Enrique Molina Garmendia, fundador de la universidad". Allí se sostiene que este "hombre ilustre" pasará a la historia con la escultura que erigirá la Universidad en su honor, por encargo del "consejo universitario". Sigue el documental hablando del encargo realizado a Samuel Román, quien sostiene en sus manos un cuaderno de bocetos, con una serie de dibujos realizados a partir de la personalidad de Enrique Molina Garmendia, y como señala la voz en off "es un menester que aviva las posibilidades de la creación". La obra fundida en los talleres de los astilleros y maestranza de la Armada (Asmar) en Talcahuano pesa 20 toneladas y mide siete metros de alto. Román describió en su momento las características de la escultura como "un símbolo al educador con una columna central donde giran bandas espaciales en constelación, que representan la dinámica universitaria y los fundadores que contó el Rector fundador del plantel de estudios superiores penquista, don Enrique Molina Garmendia".La inauguración del monumento fue presidida por el Rector Ignacio González Ginouvés, como también el ex Rector David Stitchkin Branover, así como fundadores de la universidad. González Ginouvés señaló en su discurso: "Este monumento recuerda a don Enrique y a sus colaboradores en la creación, formación y materialización y perfección de nuestra Universidad. Gracias a su acción, su esfuerzo y su sangre generosa, estará aquí para homenaje que tanto les deben, para santuario que deban venerarlos". Pero, ¿qué quiso decir González Ginouvés con santuario? Recordemos que a partir de 1964 la Universidad sufriría una transformación producto del cambio del plan regulador propuesta por Duhart. En concreto, significaría cerrar el "barrio" y abrir paso al Campus. Digo con esto que se eliminarían las calles y llegaríamos a lo que hoy conocemos. Desde el "museo de copias" del ‘38 y de la escultura de Ormezzano no se conocerían nuevas obras artísticas en la fisonomía del Campus. Producto del terremoto del ‘60 aparecería la Casa del Arte "José Clemente Orozco", y luego el mural de "Presencia de América Latina" de Jorge González Camarena, como también la obra de Samuel Román. No olvidemos que dentro del nuevo proyecto urbano y arquitectónico se buscaba dar un lugar donde se alojarían los fundadores de la universidad. Dicha idea se remontaba a 1964, después de la muerte de E. Molina Garmendia. Para esto se propuso el proyecto de Marta Colvin, cuya obra escultura era un arco que sólo quedó materialmente en una maqueta.La obra que estamos celebrando en sus 50 años da cuenta de varios aspectos. La primera, la visión de la Universidad con el desarrollo de las manifestaciones culturales, especialmente con la plástica (fomentada profusamente a través de las Escuelas de Verano). Y como ya mencionaba, la presencia en distintas versiones de actividades de extensión de la Universidad de Concepción, tanto de Román como de Colvin, realizando cursos y exposiciones. La segunda, la capacidad técnica regional unida al arte, vinculando industria y universidad. La tercera, no sólo la importancia de la memoria histórica de la Universidad de Concepción a través de la conmemoración del espíritu de Enrique Molina Garmendia y los fundadores de nuestra casa de estudios, sino que en especial al "desarrollo libre del espíritu", de nuestra universidad consagrada en cada espacio de importancia patrimonial para nuestra ciudad, Región y país fijada en el bronce de Samuel Román Rojas.

Publicada en Diario Concepción el 7 de enero de 2016. El texto original se encuentra disponible en http://diarioconcepcion.cl/?q=node/4006