Este lunes comenzó el proceso de vacunación contra la meningitis W- 135  en la Región del Biobío, el que contempla la aplicación de 129 mil dosis de vacunas para inocular a pequeños de 9 meses hasta niños de 4 años 11 meses.

Actualmente, la cantidad de personas contagiadas con esta cepa a nivel país  se mantiene en 49, correspondiendo 39 de los casos a la Región Metropolitana. No obstante, la comunidad penquista se ha mantenido alerta sobre la proliferación de esta agresiva cepa, por lo que este plan de vacunación iniciado por el Gobierno es un proceso esperado por gran parte de las familias.

La Dra Verónica Madrid, Magíster en Microbiología y docente de la Facultad de Ciencias Biológicas UdeC, explicó las medidas de inmunización adoptadas. “A pesar de que siempre tenemos casos de meningitis, se adoptan estas medidas de vacunación cuando hay un aumento en el número habitual de casos, presentándose un brote. En el caso de la W-135 éste se generó  en Santiago y Valparaíso, pero considerando la agresividad de la cepa se determinó que se iba a inmunizar la población de más riesgo, que son los niños”.

Para la Dra. Madrid, es importante que la población esté informada sobre esta enfermedad y acerca de las causas que la provocan. “Los meningococos son bacterias que causan meningitis meningocócica, que es grave. Existen otras bacterias, como los neumococos y los Haemophilus,  asociadas a otros tipos de meningitis, pero en Chile estamos vacunando en contra del meningococo en particular, por eso este tipo de meningitis ha ido disminuyendo”, explicó.

La académica agregó que para la proliferación de la cepa W-135 se deben propiciar ciertos factores tales como “condiciones medio ambientales, de temperatura, enfermedades respiratorias que estén circulando y los viajes. Ahora bien, dependiendo de éstas condiciones la cepa va ganando espacio y por eso se determinó vacunar ahora de modo de estar protegidos para el próximo año”.

A pesar del proceso de vacunación, la docente UdeC, enfatizó que se debe considerar que esta cepa emergente está presente en el 20% de la población. “Hay personas que  pueden ser portadores de esta bacteria en su faringe y no le va a causar ningún problema. Pero este adulto que tiene la bacteria se la puede traspasar a un niño y contagiarlo, por eso es importante inmunizar a los niños del rango de edad establecido porque tiene mayor riesgo de contraer la bacteria”.

Por otra parte, la Dra. Madrid agregó que la población debe considerar las medidas de precaución, más que los procesos de vacunación. “Esta bacteria, a pesar de ser agresiva para el hombre, es muy delicada en el ambiente, entonces para poder contraerla se necesita un contacto íntimo entre dos personas, a través de besos, el traspaso de gotitas de secreción, y que, además, este contacto se produzca en un tiempo prolongado”.

Por otra parte agregó que se deben mejorar los hábitos de higiene y cuidado personal como taparse la boca al toser, evitar el hacinamiento y lugares cerrados con mucha afluencia de público, ventilar permanentemente los espacios, usar pañuelos desechables y eliminarlos de inmediato y lavarse frecuentemente las manos.

La doctora UdeC explicó que, una vez que los niños estén inmunizados, la vacuna demora un mes en hacer el efecto y los menores inmunizados estarán protegidos durante un periodo de tres años. Además, recalcó que es fundamental estar atento a los síntomas alarmantes de la enfermedad como dolor de cabeza intenso y fiebre alta: “Si es un niño muy pequeño estará muy irritable y no va a querer alimentarse. En el caso de lactantes van a tener problemas para succionar. También pueden presentarse manchas en la piel y rigidez en el cuello. Es un niño que notoriamente está comprometido y que en pocas horas se agravará, por lo tanto se debe acudir inmediatamente a un centro asistencial,”

Por último, la especialista enfatizó en que las meningitis tienen sus periodos del año en que aparecen y que siempre existen casos los que, generalmente, se producen desde fines de julio en adelante. “Esto es producto de la proliferación de infecciones respiratorias que afectan el epitelio,  por la sequedad del ambiente, las bajas temperaturas y el hacinamiento. Todo ello se confabula y genera un escenario favorable para la proliferación de esta bacteria”.