Una revisión de las brechas de poder y de género en el contexto universitario hicieron académicas, investigadoras y funcionarias en una jornada convocada por el Programa Multidisciplinario de Estudios de Género (Promeg) de la UdeC.

La actividad apuntó a la reflexión en el contexto de las movilizaciones contra el sexismo en la educación, las situaciones de acoso en casas de estudio y los resultados del estudio diagnóstico de relaciones de género al interior de la Universidad.

Al abrir la jornada, la Directora de Promeg y académica de Enfermería, Dra. Olivia Sanhueza, expresó que “posiblemente la universidad no tiene responsabilidad directa” sobre las brechas de género, “dado que son elementos de la propia estructura societal” y valoró que las estudiantes hayan alzado la voz frente a estos temas.

“En el umbral del centenario, tenemos la responsabilidad impostergable, como mujeres universitarias, de apoyar con fuerza los cambios solicitados (…), pero, junto con lo ineludible, examinar los cambios pendientes a nivel de la estructura universitaria para disminuir las brechas de género que existen”, indicó.

La jornada se desarrolló en formato de una mesa redonda en la que participaron la Directora de Equidad de Género y Diversidad, Dra. Lucía Saldaña; la Vocal de Género y Sexualidad de la Federación de Estudiantes, Nicole Ovalle; y las académicas de los departamentos de Psicología y de Español, Pamela Vaccari y María Teresa Aedo.

La Dra. Saldaña centró su presentación en la violencia de género simbólica, cómo ésta se expresa en el ámbito universitario y las tareas que se ha impuesto la nueva administración universitaria.

Los cambios que se esperan, dijo, son un desafío que va más allá de la Dirección a su cargo, porque implican “incorporar la perspectiva de género de forma transversal, desde las estructuras hasta el lenguaje; en las formas de hacer docencia para no generar una cultura de subordinación, de reproducción permanente de prácticas de violencia simbólica”.

Nicole Ovalle, en tanto, compartió la visión de las estudiantes movilizadas sobre la educación no sexista, “comenzando por la incorporación de bibliografía escrita por mujeres y en lo posible con la incorporación de la perspectiva de género en los syllabus y cátedras”, además de la erradicación de ejemplos y lenguaje sexista de las clases.

Al hablar de la situación laboral de las mujeres, la psicóloga Pamela Vaccari indicó que estamos frente a una expectativa de transformaciones que son lentas, porque se trata de un cambio cultural. En su opinión, dentro de la idea de educación no sexista es importante formar en derechos humanos, especialmente en el principio de igualdad y no discriminación. “Ahí hay bastantes temas que podemos tocar y que son un buen piso para establecer que no debe haber diferencias y que merecemos un trato digno a nivel laboral y no ser sometidas a lógicas mercantiles para producir conocimiento en las universidades”, sostuvo.

Finalmente, la Dra. María Teresa Aedo describió la realidad de las mujeres en el mundo universitario. Entre varios ejemplos, comentó que la paridad hombres/mujeres que existe en la matricula de educación superior no tiene correspondencia con la incorporación de las últimas en la academia, que la presencia de ellas es menor a medida que se avanza en las jerarquías, entre otros aspectos que, afirmó, son similares en todas las universidades. "Es decir, las instituciones con mayor acreditación no presentan necesariamente los mejores indicadores en el tema (de las brechas de género)”, afirmó.

Por otro lado, ahondó en el concepto de pertinencia y calidad de la educación en los nuevos contextos, donde subrayó el rol ineludible de la responsabilidad social que, en su opinión, implica hacerse cargo de las desigualdades como las de género, entre otras cosas.