Así como hace algunos años comenzó a promoverse el consumo moderado de vino en la prevención de enfermedades cardiovasculares, hoy investigadores de la UdeC recomiendan la ingesta permanente de berries como un elemento protector frente al  Alzheimer, y lo hacen con información de primera fuente, ya que son los responsables del hallazgo de un conjunto de compuestos bioactivos en el maqui (Aristotelia chilensis),  que podrían jugar un rol importante en la prevención de esta enfermedad neurodegenerativa que afecta a más de 30 millones de personas en el mundo.
La investigación, a cargo de un equipo multidisciplinario de la UdeC -encabezado por el director del Departamento de Fisiología, Jorge Fuentealba, y cuyos principales avances se publicaron en noviembre de 2012 en el Journal of Alzheimer Disease- recibió el mes pasado el Premio Henri Nestlé en Tecnología de los Alimentos, por segundo año consecutivo.
Esta mañana, el doctor Fuentealba, junto a todos los integrantes del equipo –los investigadores  Luis Aguayo,  Leonardo Guzmán, José Becerra, Claudia Pérez y Andrea Dibarrart- recibieron el reconocimiento de  la Universidad por la distinción, en una ceremonia encabezada por el rector Sergio Lavanchy y el director de Relaciones Institucionales e Internacionales, Iván Araya.
En la oportunidad, el Rector felicitó a los científicos, resaltando la contribución de su trabajo, indicando que “están haciendo investigación de punta, muy relevante, en un tema que preocupa a la sociedad toda, que son las enfermedades neurológicas como el Alzheimer”, dijo la autoridad, destacando que se trata de la segunda oportunidad en que el grupo obtiene esta distinción. La vez anterior fue en 2011, por un trabajo en la misma línea, centrado en compuestos obtenidos desde el arándano.
Una idea similar planteó el doctor Fuentealba, quien afirmó que este tipo de premio pone de relieve el nivel de la investigación de la UdeC, así como su competitividad en el concierto nacional e internacional. “La UdeC hace investigación de excelencia a los niveles más altos y esto ha sido reconocido por empresas como Nestlé, cuya calidad y reconocimiento internacional son conocidos”, dijo.
Los estudios
Esta línea de trabajo se inició hace siete años, con la búsqueda de compuestos antioxidantes, en distintas fuentes, que pudieran tener algún impacto en enfermedades del sistema nervioso central, idea que también sirvió de sustento para la instalación de la Unidad de Screening de Compuestos Neuractivos, a través de un proyecto Innova Bio Bio.
“Hemos ido haciendo hallazgos progresivos sobre los efectos beneficiosos de los componentes que están presentes en los berries. Primero trabajamos con los arándanos y después con el maqui. Y encontramos que los componentes bioactivos del maqui son muy útiles como una alternativa en la prevención de la enfermedad de Alzheimer”, contó el profesor Fuentealba.
Fuentealba explicó que los componentes que se pueden aislar del maqui jugarían un rol preventivo al actuar frente a una proteína, el péptido beta amiloide, que está relacionada con la génesis de la enfermedad.
“Los resultados de nuestras investigaciones indican que, al parecer, los compuestos activos que están presentes en el maqui podrían "secuestrar",  en cierto modo, a esta proteína y evitar que sea tóxica para las neuronas que están encargadas de la memoria y el aprendizaje”, señaló.
Se trata de una alternativa de prevención, mientras se logra desarrollar un fármaco que ataque la enfermedad, para la cual sólo existen tratamientos paliativos, como indicó el doctor Luis Aguayo. De ahí que los investigadores recomienden una dieta saludable en la que se incluyan verduras, además de estos y otros frutos con alto contenido de polifenoles (sustancias antioxidantes).
Las dosis apropiadas aún no han sido determinadas, pero –como comentó  el doctor Fuentealba- esto será abordado en nuevas investigaciones.  “La siguiente fase del estudio es escalar la investigación, para ver de qué forma puede ser transferido a un producto que la población pueda consumir”, dijo.
Una de las alternativas que se considera es la elaboración de alimentos funcionales que incorporen los elementos de interés.
“Lo que falta es poder articular este trabajo con empresas que estén interesadas en terminar el desarrollo, para que nosotros podamos hacer la transferencia tecnológica de este tipo de conocimiento… hay que escalar la investigación y luego hacer la transferencia”, señaló el académico.
Fuentealba adelantó que ya existen contactos con un par de empresas nacionales y que, de lograr un compromiso de trabajo, en el lapso de unos dos años, ya podría existir algún tipo de producto enriquecido con los bioactivos del maqui.
Un fármaco para atacar el Alzheimer requiere una vía más larga.  “Es el tiempo que toman los estudios clínicos. Para un fármaco nuevo son del orden de 10 a 14 años, y 20 años en algunos casos”.
Esto, dijo, es lo que retarda la aparición de medicamentos “pero nosotros en ese intertanto no podemos quedar sin hacer nada, por eso tenemos que fomentar hábitos de vida saludables que permitan prevenir.  Es como lo que  ocurre con el vino, nos han dicho que una copa de vino al almuerzo nos puede ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, el riesgo de ellas por lo menos.  En este caso yo diría que si consumimos permanente y frecuentemente frutas de este tipo podríamos ayudar a retrasar una enfermedad como el Alzheimer”, puntualizó.