La séptima querella en cerca de dos años por delitos asociados al microtráfico de drogas interpuso esta semana la UdeC, en contra de una mujer sorprendida vendiendo marihuana en el Campus Concepción.

El abogado Andrés Cruz, quien interpuso la querella en representación de la Universidad, explicó que se trata de una acción legal “por trafico de pequeñas cantidades de drogas, atendido que por el trabajo desplegado por un policía que operó como agente revelador, se logró determinar que una mujer al interior del Campus vendía esta sustancia ilícita dosificada en paquetes de entre cinco mil y diez mil pesos. La idea es que esta investigación llegue hasta el final y establecer la participación que eventualmente puedan tener otras personas en las mismas acciones criminales.

Cruz indicó ademas que “la venta de droga no solamente a estudiantes, también a personas externas, obviamente pone en riesgo la seguridad de las personas que deambulan normalmente por la Universidad, también de los funcionarios y los estudiantes, tomando en consideración que esta clase de hechos ilícitos, que para muchos puede tener algún grado de relativización en torno a la gravedad de las circunstancias, están asociadas a otra criminalidad”.

El profesional destacó el trabajo en materia de prevención y seguridad que se viene desarrollando por parte de la Universidad, a través de la Dirección de Servicios y los guardias, principalmente, y las policías. Las cifras oficiales indican que se han efectuado alrededor de once detenciones relativas a la venta de drogas en el Campus, se han presentado siete querellas (por microtráfico y amenazas hacia los guardias) y se han obtenido dos condenas, siendo la más importante la de un hombre que tiene prohibido acercarse al Campus Universitario durante tres años.

Tras su detención, la mujer fue formalizada y se dictó la medida cautelar de firma mensual. El abogado de la Universidad afirmó que se está trabajando para conseguir que esto se modifique y se puedan establecer medidas cautelares más rigurosas.

Plan de seguridad y llamado al autocuidado

El Director de Servicios, Dr. Alejandro Tudela, sostuvo que “hace ya bastante tiempo que la universidad, a través de su Dirección de Servicios y del equipo de seguridad viene desarrollando un plan para asegurar el Campus (…) Es un trabajo de a lo menos dos años donde efectivamente lo que se ha hecho es entrenar a nuestros guardias para detectar posibles lugares de foco para tráfico de drogas, que como bien sabemos no es solamente la venta del producto, tiene que ver con otras acciones que eventualmente pueden dañar a nuestros estudiantes, funcionarios o la comunidad, por ejemplo delitos de sangre. Lo que estamos viendo, básicamente es generar un proceso continuo, con el apoyo de las policías, para efectivamente poder detectar las zonas de falla y resolverlas, asegurando ciertamente el bienestar de nuestros asociados”.

Consultado sobre los resultados de este trabajo, la autoridad universitaria destacó que se trata de un proceso en el que se han identificado los lugares donde ocurren los ilicitos, para luego establecer mecanismo de disuasión pasiva y activa con el objetivo de mover a estos grupos hacia la periferia del Campus. El Dr. Tudela destacó que se trata de un mecanismo continuo con apoyo de los guardias, funcionarios y estudiantes, que ha permitido identificar, aislar y mover estos focos a la periferia, donde Carabineros y la PDI tienen un mejor accionar. “El campus per se es seguro, lo que queremos ciertamente es seguir manteniendo ese nivel de seguridad”, recalcó.

El Director insistió en que “la Universidad no se opone de ninguna forma a que la comunidad ocupe los espacios responsablemente”. En esta línea, “respetar el espacio que tenemos. Cada vez que alguien rompe algo lo paga la Universidad y ese recurso ciertamente no lo podemos usar en lo que nos importa, que es educación, investigación y extensión”.

Finalmente, señaló que más allá de los dispositivos de control, el autocuidado es clave, por lo que llamó a quienes integran la comunidad penquista que se mueve diariamente por el Campus a estar alerta para evitar poner su seguridad en riesgo. “Si usted observa una situación conflictiva, primero avísele al guardia y evite ser parte de ese proceso que le podría costar bastante caro. Lo primero es el autocuidado, los segundo son los sistemas de patrullaje que hacen nuestros guardias, lo que hacen Carabineros y la policía cuando ingresan al campus para buscar estos lugares de conflicto y por ultimo los sistema de vigilancia pasivos, la universidad tiene cámara para cuidar los predios y esas mismas cámaras nos ayudan para detectar lugares donde eventualmente podrían ocurrir estos delitos”, concluyó.