El terremoto y tsunami de 2010 dejaron en evidencia la escasa preparación de los municipios para hacer frente a desastres de gran magnitud, una realidad que contrasta con un consenso internacional que reconoce en los gobiernos locales –y sus comunidades- el lugar desde donde deben surgir las primeras respuestas ante este y otro tipo de emergencias.
Con la idea de superar estas falencias, en noviembre de 2011 y por iniciativa del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, en alianza con la UdeC  y bajo el alero de su Programa de Formación Permanente, se puso en marcha el Diplomado en Desarrollo Local y Gestión Integral del Riesgo.
El objetivo del diploma –en cuya ejecución han colaborado además la Comisión Europea, el Gobierno Regional y la Asociación de Municipalidades de la Región del Biobío- es mejorar las capacidades de funcionarios municipales que tienen responsabilidad técnica en la gestión y planificación comunal,  en la formulación  de  políticas y planes de desarrollo comunales,  integrando el factor de reducción de riesgos.
“El programa no necesariamente está pensando en respuestas a emergencias, sino que en la planificación del desarrollo con un enfoque de gestión integrada de riesgos, para conocer de cierta manera cuáles son los riegos y amenazas naturales que existen en el nivel local, para ir generando proyectos que nos permiten enfrentarlos… por ejemplo, lo que tiene que ver con la protección del borde costero en distintos momentos”,  explica Jeanne Simon, académica del Departamento de Administración Pública y directora del Diplomado.
La idea, dice, es que esto esté integrado a los planes reguladores de las comunas. “Lo que se está buscando es compatibilizar desarrollo para que no se pierda lo que se ha construido, con una visión que también piense en prevenir, por una parte, y por otra,  generar un plan estratégico, en el sentido de trabajar con una imagen-objetivo de la comuna, identificando fortalezas y debilidades tanto desde un enfoque de desarrollo humano como de gestión integral del riesgo”.
Esta mañana, en el auditorio Juan Perelló, el primer grupo de profesionales formado en el diploma recibió sus certificados, en una ceremonia que contó con la participación del vicerrector Ernesto Figueroa y el director de Relaciones Institucionales e Internacionales, Iván Araya.

El representante residente del PNUD-Chile, Antonio Molpeceres.
En la ocasión, los profesionales recibieron el saludo del representante residente del PNUD-Chile, Antonio Molpeceres, quien expresó su satisfacción por el cierre del plan de formación que, dijo, refleja muy bien los objetivos de Naciones Unidas de crear capacidades y compartir conocimientos, buscando el beneficio de los países.
Asimismo,  destacó el hecho de que este programa se dictara por primera vez fuera de regiones, rompiendo la tendencia normal  del organismo  de centrar sus actividades en ciudades-capital.
“Esto es trabajar a nivel local, es promover algo que consideramos muy importante para cualquier gobernabilidad democrática, que son los procesos de descentralización. Y esta es una contribución muy modesta en este sentido, de fortalecer los municipios, las comunas de esta región”.
El ejecutivo señaló que el tópico de la formación entregada a través del diploma se sitúa dentro de una de las “tareas corporativas”  de Naciones Unidas: riesgos y desastres.
“Esto cae dentro de una lógica de colaborar con los países para crear condiciones, para compartir experiencias en mejor atender cuando ocurren situaciones de emergencia, que siempre son inesperadas, pero que si se tiene mecanismos para saber cómo responder, se puede reducir  el daño”, indicó.
La ceremonia también contó con la presencia del jefe del Departamento de Planificación y Ordenamiento Territorial del Gobierno Regional,  Jorge Urrea, quien junto con felicitar a los alumnos por sus logros y resaltar el valor de la formación entregada por el diplomado, anunció la firma de un acuerdo de cooperación entre el Gobierno Regional y PNUD que –señaló- implicará continuar trabajando en temáticas vinculadas con el desarrollo local y que involucra a las 54 comunas del Bíobío.
Por su parte, el coordinador general de Formación Permanente, Rafael Figueroa, puso de relieve el papel del programa a su cargo, como facilitador de procesos de aprendizaje e instalación de capacidades, “en temáticas tan potentes y que hemos vivido con mucha crudeza, de una manera multi-transdisciplinaria y pudiendo conectar agentes de desarrollo local, donde lo más importante desde la mirada nuestra es lo que queda después de este conjunto de contenidos entregados, que es el capital social, generador de redes, de conocimientos y de confianzas”.
Proyectos comunales
Como parte de su formación, los alumnos del programa debieron desarrollar un proyecto de planificación estratégica aplicable a sus respectivas comunas. Roberto Aguayo, director de Planificación del municipio de San Pedro de la Paz, cuenta que a través del análisis de su comuna se identificaron al menos 15 puntos de riesgo que, contó, han sido incorporados al Plan de Desarrollo Comunal (Pladeco) y al trabajo con la población.
Para este funcionario municipal,  el paso por la capacitación ha sido de gran relevancia, para comprender y evitar los riesgos de catástrofes más allá de las lecciones derivadas del terremoto de 2010. “Tenemos riegos por inundaciones, incendios forestales, eventualmente riesgos por las corrientes eléctricas, por accidentes con productos químicos y otros. En el caso de San Pedro tenemos los ferrocarriles que cruzan prácticamente toda la comuna, entonces todo esto hay que verlo de forma integral, antes que se produzca el problema”.