La Universidad se sometió a la auditoría de vigilancia de la norma chilena 2728, que realiza Sence para certificar que las instituciones inscritas en su registro cumplen con los procesos de gestión de calidad en los productos y servicios que ofrecen a externos.

En este caso, se revisó a tres de los 11 organismos, tanto de facultades como de reparticiones universitarias, que forman parte de la OTEC de la Universidad, y que prestan servicios de capacitación, consultoría u otros hacia empresas o particulares externos.

La auditoría está a cargo del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo. En esta ocasión, la Universidad no tuvo reparos -no tiene reclamos de clientes o servicios no conformes- y por lo tanto, sorteó con éxito la revisión del organismo estatal.

Esta auditoría de vigilancia se realiza todos los años para las empresas e instituciones certificadas bajo la normativa 2728. Para el año 2021, se espera que la Universidad ingrese nuevamente en un proceso de reacreditación, puesto que las certificaciones se entregan cada tres años.

El Decano de la Facultad de Odontología y presidente del Consejo de Calidad de la UdeC, Dr. Alex Bustos Leal, señaló que este organismo interno es el responsable de velar porque todos los organismos que componen la OTEC cumplan con los procesos. Respecto a los resultados positivos de esta auditoría, señaló que las distintas reparticiones realizan un trabajo serio en la materia. “Trabajamos con rigor porque tenemos una gran responsabilidad con la Universidad. Se trata de un trabajo muy dedicado, responsable y comprometido”.

Albertina López Quintana, representante del sistema de capacitación y miembro de la Dirección de Estudios Estratégicos, explicó que la UdeC está certificada desde el año 2006 y que este es un requisito fundamental para poder acceder a fondos públicos para capacitación. La certificación trabaja específicamente con temas de gestión de calidad. “Tiene que ver con la toma de decisiones en distintos niveles; procesos que están en la cadena de valor y que van desde que se hace el requerimiento hasta que se entrega el resultado de un producto o servicio”.

Así, el propósito de esta norma es “asegurar la plena satisfacción del cliente y de sus requisitos, además de la mejora continua de los organismos que participan”.

Entre quienes participaron de la auditoría, estuvo el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IIT), de la Facultad de Ingeniería. Su director, Nicolás Cárcamo, explicó que esta auditoría les sirvió para evaluar sus procesos, sobre todo en un momento en que se está expandiendo en cuanto a sus servicios y también territorialmente. “Estamos dando un salto importante, la idea es que esto vaya de la mano con mantener la calidad a la que nuestros clientes están acostumbrados”.

En tanto, Javiana Luengo, coordinadora de calidad de la Facultad de Farmacia, comentó que la auditoría revisó los procedimientos, cómo se construye un curso y si lo que se hizo el año pasado cumple con la norma. “Siempre hay un estrés en estas situaciones, pero si se trabaja de forma continua con la normativa y teniendo los procedimientos claros por parte de todo el equipo, se está preparado para enfrentar una auditoría de este tipo”.