Herramientas para evaluar la recuperación de pacientes con infarto al miocardio, sistemas no invasivos para la caracterización de formas farmacéuticas sólidas y una microemulsión en base a aceite de eucaliptus para el control de varroa (ácaro que ataca a las abejas melíferas), son algunas de las 14 ideas generadas en la UdeC que recibieron recursos del programa de Valorización de la Investigación en la Universidad (VIU), Etapa 1, de Fondef en su último concurso.

En esta novena versión se aprobaron 70 proyectos, siendo nuestra casa de estudios la institución con más iniciativas a nivel nacional, al igual que el año pasado.

Los proyectos son propuestas generadas por estudiantes de pre y postgrado a través de sus tesis y que, con el aporte de los dos millones de pesos que otorga el fondo, comienzan el camino para transformarse en un emprendimiento.

Los autores de los proyectos junto con sus tutores (docentes) fueron reconocidos por la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo (VRID) en un desayuno, oportunidad en que los jóvenes conocieron detalles de la primera fase del concurso, que consiste en la elaboración de los planes de negocio y de trabajo para el desarrollo de sus ideas, requisitos para postular a la segunda etapa que entrega financiamiento por 24 millones.

La Vicerrectora de Investigación y Desarrollo UdeC, Dra. Andrea Rodríguez, manifestó la satisfacción que existe en la Universidad por estos resultados que “nos llenan de orgullo, en particular porque estos son proyectos en los que participan estudiantes junto a profesores”, a la vez que expresó que este tipo de iniciativas son “un cambio cultural”, ya que incorporan innovación y el emprendimiento en la formación profesional.

Por otro lado, informó que en esta oportunidad hubo un cambio en las características de los proyectos aprobados por la UdeC. “El año pasado las adjudicaciones estaban en el área biológica y ahora hubo una gran tendencia en la parte tecnológica y desarrollo de plataformas, donde destaca (la facultad de) Ingeniería con siete de las 14 postulaciones”, dijo.

La reunión contó con la participación de profesionales de la Incubadora UdeC, unidad a través de la cual se postulan los proyectos. Su directora ejecutiva, Beatriz Millán, comentó que ha habido varios casos exitosos de proyectos VIU nacidos en la UdeC y destacó el importante papel que juegan los académicos como mentores de los jóvenes.

Asimismo, instó a los estudiantes a “considerar a la Incubadora como un aliado estratégico” y los invitó a comenzar a trabajar de lleno en sus planes de negocio, porque —aseguró— “esta es una etapa muy competitiva”.

Feliz con la oportunidad que tiene de desarrollar y llevar a la aplicación los productos identificados en su investigación doctoral se mostró Viana Manrique, quien realizó su tesis sobre el desarrollo de un fármaco de aplicación sistémica para el tratamiento de desórdenes neurológicos, junto al director del Laboratorio de Biofármacos Recombinantes, Dr. Oliberto Sánchez.

La joven explicó que hoy existen drogas muy efectivas en el tratamiento de enfermedades neurológicas, pero que usan vías de administración muy traumáticas (intracraneal, intra cerebro ventricular, periespinal) y que, además, requieren de personal especializado.

En su tesis identificó un “candidato molécula” que podría ser administrado de manera intravenosa, pasando la barrera microencefálica y facilitando su llegada al sistema nervioso central. “Estaríamos facilitando la calidad de vida del paciente y la efectividad porque sería una distribución más homogénea en el sistema nervioso central”, señaló.

“Estamos muy felices como equipo por haber adquirido este proyecto, porque nos ayuda económicamente y se pueden desarrollar muchas que, quizá, sin esos fondos no se podrían realizar; son cosas que pueden ayudar a la comunidad”, dijo Francisca Guzmán, estudiante de Ingeniería Civil Biomédica, quien tiene como tutor al académico Pablo Aqueveque.

Su proyecto está enfocado al desarrollo de un guante de asistencia para personas con secuelas de accidente cardiovascular.

“Se sabe que después de un accidente cardiovascular quedan muchas secuelas y una de ellas es en la mano, que a veces queda sin movimiento o sin fuerza. Mi guante está dirigido a asistir día a día a las personas en sus actividades en la casa y en un futuro espero poder enfocarlo a asistencia y rehabilitación”, señaló.