A una pena de tres años y un día de cárcel remitida y la prohibición absoluta de acercarse al campus de la Universidad de Concepción por el mismo periodo, fue condenado en un procedimiento abreviado un sujeto que fue detenido en noviembre del año pasado traficando 40 estampillas de drogas sintéticas en el sector del Foro, y en contra del cual la UdeC presentó una querella criminal, por medio del abogado Enrique Aguila.

De acuerdo a la sentencia emitida por la juez Ana María Fierro, el 7 de noviembre del año pasado el imputado, Alvaro Arresse Suazo, de 27 años y de nacionalidad chilena-argentina, convino reunirse con un presunto comprador en el sector de Plaza Perú, sin saber que se trataba de un agente revelador y que toda la transacción era supervisada por la Brigada Antinarcóticos y del Crimen Organizado (Brianco) de la PDI de Concepción.

Así, los detectives observaron a Arrese (quien venía llegando de Argentina) cuando este cambió el lugar de la transacción desde la Plaza Perú al Foro de la Universidad de Concepción, al ver que había Carabineros en el primer lugar, y luego procedieron a revisarlo, “conforme al plan de trabajo coordinado, tendiente a desarticular focos de venta de drogas en esta casa de estudios, existente entre la referida universidad, el Ministerio Público y la PDI de la ciudad, sumado a los antecedentes de investigación previa”, según señala el fallo, en el cual queda constancia de que la PDI venía siguiendo y escuchando las conversaciones del ahora condenado desde hacía varias semanas.

De acuerdo al mismo documento, dentro del bolsillo de su pantalón Arrese portaba una billetera, al interior de la cual se encontraron 40 estampillas de la droga 25I-NBOMe. Según la confesión del ahora condenado, las drogas las había comprado en Buenos Aires para luego venderlas cerca del campus, a un valor por dosis de entre 10 y 12 mil pesos.

Ante toda la evidencia, el imputado aceptó su responsabilidad en los hechos y dado que no tenía antecedentes penales previos, pudo optar a un juicio abreviado ante el Tribunal de Garantía de Concepción, en el cual la jueza acogió la solicitud de la UdeC en orden a prohibirle el acceso a la universidad, estimando que los estudiantes “corren grave riesgo de consumir estas sustancias altamente nocivas y que devienen fácilmente en intoxicación en casos de sobredosis, por lo que resulta del todo acertado que quien no estudia en dicha casa de estudios deba, por lo menos durante el tiempo de su condena, alejarse de dicho lugar si en su proyección vital nada ha dicho en referencia a su intención de cursar estudios superiores”.

El abogado Aguila destacó el fallo, señalando que es fruto de un trabajo mancomunado que se viene realizando desde hace un buen tiempo, y explicando que son muy poco frecuentes las sentencias en las cuales se dictan medidas como prohibir a alguien frecuentar un lugar.