El profesor Robert Sherer es un académico estadounidense que se ha desempeñado durante casi 30 años como decano en cuatro escuelas de negocios de prestigiosas universidades nortemericanas: Wright State, Cleveland State, Dallas y Alabama. Actualmente desarrolla esa función en Trinity University, ubicada en San Antonio, Texas. Además, en su carrera académica ha dirigido programas de pregrado en países de Europa, el Caribe y América Latina, y ha participado y supervisado procesos de acreditación de diversos planes de pre y postgrado en distintos países, guardando una estrecha relación con Chile, donde ha participado en la certificación de la calidad de carreras y planes de las principales casas de estudio, como integrante de la Association to Advance Collegiate Schools of Business, Aacsb, principal entidad mundial en la acreditación de estos programas.

Desde esa visión, el profesor Scherer analizó el hecho de que la Universidad de Concepción contará a partir de marzo de 2018 con el programa de Doctorado en Ingeniería Industrial, proyecto que conoce personalmente desde su origen. “En 2009 recibimos la aprobación de la Comisión Fulbright al plan de desarrollo del doctorado. Por eso, fui nombrado como becario, Fulbright Senior Specialist para colaborar con la profesora Lorena Pradenas y sus colegas en el proyecto ‘Diseño de un doctorado, interdisciplinario, en Ingeniería Industrial’”, explica.

- ¿Qué tan necesario es para una universidad como la nuestra, contar con un programa del más alto nivel en esta área del conocimiento?

Este tipo de programa es fundamental para el progreso de la universidad. En primer lugar, un doctorado significa el compromiso de la universidad, facultad, y profesores con el mejoramiento continuo de sus programas académicos. En segundo lugar, un doctorado significa a la sociedad un nivel de alta calidad de las investigaciones publicadas por los académicos. En tercer lugar, un doctorado entrega una señal a la comunidad académica sobre el impacto y prestigio del Departamento en el desarrollo de nuevo conocimiento, tanto aplicado como teórico.

- ¿Cómo diría usted que disponer de un Doctorado en Ingeniería Industrial contribuye al desarrollo de una región y un país?

De varias maneras. Por ejemplo, en este momento no hay otro doctorado en Ingeniería Industrial en la Región del Biobío, ni hacia el sur. La región y el país necesitan las habilidades de los investigadores que pueden resolver problemas teóricos y luego aplican las soluciones a los problemas de las organizaciones. Sin la producción de nuevos investigadores de este nivel, el adelanto del desarrollo sostenible en la región estaría comprometido y sería mucho más lento.

- Desde su experiencia de más de treinta años en el área, liderando procesos de acreditación y certificación de diversos programas similares al nuestro en todo el mundo, ¿cuáles diría que son los requisitos fundamentales o los factores decisivos para garantizar su calidad?

Desde mi perspectiva, hay cuatro requisitos obligatorios: debe contar con un cuerpo de profesores de primera clase en cuanto a calificaciones académicas, una importante cantidad y calidad de sus publicaciones, y con experiencia en una dedicación a la enseñanza doctoral; es necesario que el plan de estudios refleje los temas actuales del campo de la disciplina, metodología de investigación, y relevancia a los desafíos y las aspiraciones de la región y del país. Todo esto, basado en colaboración interdisciplinaria; es necesario que los alumnos que entran al programa cuenten con un magister de una buena universidad, habilidades en el área, habilidades cuantitativas, habilidades interpersonales, y un perfil personal de enfoque, persistencia, dirección, liderazgo y servicio a las comunidades académicas/organizacionales y finalmente una meta personal de mejora de la sociedad; y es necesario que el doctorado incluya una perspectiva internacional y global. En este caso específico, el cuerpo de profesores de este doctorado incluye profesores de las mejores universidades y facultades en todo el mundo.

La creación de este programa fue aprobada por el Consejo Académico el jueves 14 de septiembre.

Iván Tobar