Una innovadora prótesis, primera en su tipo, que combina el control cerebral y muscular, desarrolló un equipo de jóvenes a través de un emprendimiento que se encuentra alojado en la Incubadora de Negocios Tecnológicos de la Universidad, Incuba UdeC.

Genimus es el nombre del proyecto fundado por la estudiante de cuarto año de Periodismo de la UdeC, Camila Espinoza, y el analista programador Matías Pino, que el año pasado obtuvo recursos del Programa de Emprendimiento Regional (Prae) para el desarrollo de su prototipo.

El emprendimiento partió en 2016 con la idea de Matías de desarrollar una prótesis basada en mecanismos hidráulicos y, de esta forma, darle un sentido social a sus conocimientos informáticos, ofreciendo una solución para las personas que han perdido sus extremidades superiores o que no la tienen por malformaciones congénitas.

“Después de investigar sobre el tema, nos dimos cuenta de que el futuro no estaba en la hidráulica, que la precisión era mínima y que no solucionaba el problema de las prótesis actuales”, contó Camila Espinoza en el lanzamiento del prototipo.

Fue así como comenzaron a centrar su atención en el área del control neuronal. “Reunimos algo de dinero e hicimos un par de experimentos y en una semana Matías tenía el código listo. En ese momento casi palpamos la viabilidad del proyecto”, comentó. Luego vino el financiamiento del Prae y el ingreso del proyecto a Incuba UdeC, “donde nos capacitamos en distintos ámbitos: nos hicimos expertos en el ámbito financiero, comercial, técnico, legal y administrativo”.

Genimus busca ofrecer una alternativa a las dos opciones que actualmente existen en el mercado: las prótesis mecánicas, reducidas en movimiento, y las mioeléctricas, que funcionan con la contracción del músculo, pero que carecen de precisión.

“Se fabrica por medio de impresión 3D y funciona con una interfaz neuronal y un sensor muscular. La interfaz neuronal (que se activa por el parpadeo del usuario) permite seleccionar el tipo de movimiento que queremos hacer y el sensor controla la intensidad muscular y fuerza del movimiento. De esta manera estamos creando una nueva alternativa, económica, de alto nivel y con integración tecnológica”, explicó Pino.

Después de evaluar distintas interfaces, eligieron la que resultó más económica y que, a su vez, tiene la ventaja de hacer más sencillo el proceso de adaptación. “Es inalámbrica y es capaz de detectar los niveles de atención y parpadeo, lo suficiente como para poder controlar la selección del movimiento. La prótesis tiene un minicomputador en su interior que se encarga de procesar las señales de los sensores neuronales y musculares y enviarlas a los motores. De esta forma se produce el movimiento”, señaló el programador.

Yanina Veloso, quien trabajó los aspectos kinesiológicos de la prótesis, aseguró que Genimus permite “que las personas sean más autovalentes, porque pueden tener movimientos más precisos, más finos y tiene control de fuerza en cuatro niveles”.

Es adecuada para cualquier tipo de pacientes, ya que permite hacer una adaptación de acuerdo a las necesidades de cada persona, agregó.

Por su parte, Oscar Sánchez, representante de Incuba UdeC en el lanzamiento, resaltó las cualidades del equipo de Genimus, que siendo tan jóvenes decidieron “lanzarse al mercado”, un desafío que, en su opinión, tiene muchas complicaciones, “y llegar a un prototipo, algo que es aun más difícil”. “Como incubadora tenemos la suerte y la alegría de estar apoyándolos y el compromiso es seguir haciéndolo, para ayudarlos a mejorar sus herramientas, generar contactos y postular a financiamiento (…) Estamos seguros de que será un negocio exitoso”, indicó.