Desde la Colonia hasta el presente, en un recorrido de tres tiempos, la recientemente nombrada directora de la Academia Chilena de la Lengua y el Instituto Chileno, Adriana Valdés Budge, habló de la relación mujer y palabra en la conferencia inaugural de un nuevo ciclo Diálogos universitarios de equidad de género y diversidad de este año.

Escritora y crítica literaria y de artes visuales, y directora de la División de Documentos y Publicaciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) por más de dos décadas, Adriana Valdés es la primera mujer a la cabeza de la Academia en sus 133 años y del instituto en 53 años, cargos que ejerce desde enero.

En su presentación expuso los ejemplos de la monja clarisa Úrsula Suárez (1666-1749), reconocida como una de las primeras escritoras del período colonial, y de la artista plástica Voluspa Jarpa (Rancagua, 1971), a partir de un conjunto de sus trabajos (instalaciones), para representar la presencia de la mujer dentro de las estructuras de poder.

Sobre la religiosa, Valdés comentó que escribió su autobiografía “mandada por su padre confesor” en el contexto de un discurso confesional común en los conventos y que responde al lugar de lo femenino en la estructura de la iglesia, donde los hombres “son los dueños de la palabra”, los que accedían a los textos, los estudios, el conocimiento, la razón, “todo lo que era vedado a las mujeres”.

En el caso de Jarpa, se refirió en particular a una serie de instalaciones “que han invadido espacios arquitectónicos ordenados”, en las que se observan miles de figurillas de mujeres flotando y que toman su inspiración en las imágenes que el médico francés Jean Charcot hizo de mujeres diagnosticadas de “histerismo” por él. De esta forma, a juicio de la escritora, estos edificios representan los espacios restringidos por mucho tiempo a las mujeres y que ellas comienzan a poblar.

El tercer tiempo fue marcado por el momento que vive ella misma, a partir de sus nuevas funciones en un terreno -que, por tradición, ha sido reconocido por la conducción masculina- y por una interrogante acerca de cómo desde esta condición deberá hacer uso de la palabra y en un contexto en el que se busca cambiar la relación que estas instituciones han tenido históricamente con la comunidad.

El nuevo ciclo, que sigue al primero realizado en 2018, se inscribe en la campaña institucional de sensibilización y prevención de la violencia de género, lanzada el 26 de marzo, como recalcó la directora de Equidad de Género y Diversidad, Dra. Lucía Saldaña.

“Con ella se está manifestando el compromiso institucional por erradicar todo tipo de violencia sexual constituyendo un punto de partida para abordar todas las formas de violiencia de género en nuestra comunidad universitaria, lo cual es parte de las acciones que seguirá llevando a cabo la dirección de Equidad de Género y Diversidad”, expresó.

La académica agregó que hoy es un imperativo para la sociedad hacerse cargo de todas las formas de violencia y que, en el caso particular de la universidad, esto apunta no solo a garantizar las relaciones sanas de género dentro de la comunidad, sino también para la formación de las y los profesionales “en el futuro próximo van a trabajar por una nueva convivencia social”.

En la oportunidad, se exhibieron los tres videos que forman parte de la campaña institucional, y se contó con la participación de la directora de Revista Atenea, Cecilia Rubio, quien tuvo a su cargo los comentarios de la presentación de Adriana Valdés.