En el Laboratorio de Microbiología y Micología Aplicada, del Departamento de Agroindustrias de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidadde Concepción, Campus Chillán, se están estudiando desde hace algún tiempo, los hongos chilenos como fuente de nuevos fungicidas naturales, con el objetivo de controlar a los hongos que deterioran la fruta chilena en estado de post cosecha.
Este laboratorio es liderado por el docente Pedro Aqueveque, quien fue recientemente premiado en el IX Congreso Internacional de Biotecnología, realizado en Guayaquil (Ecuador) a fines de mayo, ocasión en la que presentó el trabajo que desarrolla junto a Gloria Lillo y su alumno tesista Robinson Padilla.
“Es un reconocimiento internacional a la investigación rigurosa y competente que hemos estado desarrollando en nuestro laboratorio, y que los resultados obtenidos tienen un potencial impacto para la industria hortofrutícola. Estos resultados nos han permitido atraer a la empresa privada y en estos momentos estamos trabajando con una gran exportadora de frutas nacionales, para reducir sus pérdidas, utilizando sustancias de origen natural, como las que nosotros investigamos y evaluamos”, manifestó Aqueveque.
Producto orgánico
Dedicado por más de 20 años a los productos naturales y los últimos 10 a la biotecnología de hongos para producir sustancias naturales activas, el Dr. Pedro Aqueveque explicó que “nosotros trabajamos con hongos para matar hongos. A grandes rasgos, se trata de reducir las pérdidas que sufren las frutas por ataque de hongos de pudrición, utilizando para ello productos naturales obtenidos del cultivo in vitro de hongos chilenos”.
De acuerdo a lo explicado por el profesional, desde que se cosecha la fruta hasta que llega al consumidor, existen grandes pérdidas para los exportadores, causadas por los hongos llamados de “postcosecha”. De ahí que tanto los exportadores de fruta como los expertos estén buscando minimizar esta situación.
En este sentido, el trabajo se basa en buscar extractos y moléculas naturales y con ellas inhibir el crecimiento de estos hongos. “Básicamente trabajamos con 4 especies de hongos de postcosecha o pudrición: Botrytis cinerea Rhizopus stolonifer, Penicillium sp. y Fusarium sp., los cuales infectan y deterioran la fruta en su viaje a los mercados europeos y/o norteamericanos. En nuestro laboratorio nosotros estudiamos in vitro nuestros productos y su efecto sobre los hongos de postcosecha y evaluamos en las condiciones en que la fruta es almacenada y transportada a los mercados internacionales. Así, hemos obtenido muy buenos resultados y estos fueron los que se expusieron en una charla durante el Congreso de Guayaquil, siendo evaluados muy bien por una comisión y premiándonos como el mejor trabajo presentado en el área de Biodescubrimiento y Biodiversidad”.
Proyecciones
Becado por el DAAD, con una estadía doctoral de 3 años en el Instituto de Biotecnología dela Universidad de Kaiserslautern-Alemania, el académico se especializó en el cultivo y búsqueda de moléculas activas desde hongos. Esto le ha permitido evaluar más de 400 cepas de hongos chilenos, obtener proyectos con financiamiento nacional e internacional, generar manuscritos, libros, patentes y recientemente trabajar con la empresa privada.
Según el Dr. Aqueveque, actualmente los consumidores exigen productos más sanos y rechazan el uso de fungicidas sintéticos, por las graves consecuencias que trae para la salud de las personas, el medio ambiente y la generación de cepas resistentes. “Esta situación ha permitido a los centros de investigación y a las mismas empresas, mirar a los productos naturales como una nueva y eficaz alternativa a las existentes en el mercado. Es por esto, que estamos desarrollando esta línea de investigación con hongos chilenos, también trabajamos con plantas y levaduras como biocontroladores naturales”, puntualizó.