Casi 400 kilómetros de ida y vuelta recorrieron 22 niños de quinto y sexto año de la Escuela G 1183 Callaqui, de Alto Bío Bío, para llegar a la Estación de Biología Marina de Dichato, donde un grupo de académicos y estudiantes los esperaban para compartir sus conocimientos sobre ecosistemas marinos y contarles de las investigaciones que se realizan en la UdeC.
Para muchos de ellos, esta visita fue su primer acercamiento al mar y, para otros, una oportunidad de revivir la experiencia. Francisco Beroíza es de los primeros y, con timidez, reconoció que no pensaba que era tan extenso. “Es bonito, pero me lo imaginaba más chico, porque yo conocía los ríos no más. Es impresionante”, dijo.
Por su parte, Llacolén Vita recordó que cuando estaba tercero pudo conocer el mar “y meter los pies al agua”.  Ahora, su interés, estaba puesto en saber sobre los organismos que viven en él, porque –como señaló- “no conozco mucho de la comida de mar”.
Esta visita es parte de un proyecto de vinculación con el medio externo que, con el nombre De la montaña al mar, lleva a cabo el Núcleo Milenio para el Estudio de Forzantes Múltiples sobre Sistemas Socio Ecológicos Marinos, Musels, del Centro Eula, cuyo objetivo es evaluar el impacto que ciertos estresores –como la acidificación, el cambio de temperatura y el oxígeno en el mar- tienen sobre los ambientes y/o actividades productivas.
El Director del Centro, Dr. Cristian Vargas, señaló que hace algún tiempo tuvo la oportunidad de ofrecer charlas a estudiantes de comunidades cordilleranas y se dio cuenta de que muchos de ellos nunca habían visitado el mar.  “Entonces pensamos que sería bonito ponernos como tarea traer (a Dichato) a algunos colegios, para que los niños conocieran el mar, lo que hacemos en investigación y realizar algunas actividades prácticas para que se sensibilicen con otros ecosistemas naturales”, contó.
Fue el propio Dr. Vargas el encargado de dar la bienvenida a los alumnos y sus profesores, e iniciar la jornada con una charla en la que expuso sobre algunos de los problemas que hoy afectan al mar, entre otros, el de la acidificación del océano y su impacto en los organismos marinos.  También les contó de las investigaciones que llevan a cabo los científicos para comprender estos fenómenos y el rol que les compete en materia de conservación.
El Director del establecimiento, Eduardo Valdés, valoró la iniciativa porque –dijo- es una oportunidad para que los alumnos que no conocer el mar puedan acercarse al “concepto del agua salada, del sabor y el olor marino”. El profesor señaló que si bien los temas marinos son parte de las clases, es distinto tener la vivencia de este ambiente tan distinto al que ellos habitan. “Es difícil tratar de explicarlo allá, les cuesta entender el concepto; es distinto traerlos acá, vivirlo y observarlo. Para ellos será una experiencia inolvidable”, comentó.
Durante la jornada -que contó con el apoyo de Explora Bío Bío- los niños realizaron una actividad de reconocimiento de invertebrados en la zona intermareal rocosa, en Cocholgüe, y visitaron el Astillero Asmar.