El ciclo de charlas de Microbiología estuvo dedicado a inmunología y se trataron temas como la situación del VIH, nuevas vacunas y la resistencia a los tratamientos que presenta la bacteria Neisseria Gonorrhoeae.

El último invitado de este ciclo fue el profesor Alejandro Escobar, de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile. Escobar trabaja en el área de la inmunología, estudiando la interacción entre hospedero y patógeno. A través de la académica Paula Rodas, que trabaja también con la bacteria de la Gonorrea desde Concepción, surgió la invitación para participar en esta charla.

El investigador explicó que su grupo se encuentra estudiando los mecanismos que tiene la bacteria para mantenerse en el organismo, incluso sin causar síntomas. Estos mecanismos de adaptación hacen que esta enfermedad pueda ser adquirida varias veces por una persona, sin que disminuya su probabilidad de infección. El hecho de ser asintomática, sobre todo en mujeres, causa otras patologías como dolor pélvico y abdominal crónico, embarazo ectópico e infertilidad.

Así, el grupo de trabajo de Escobar se enfoca principalmente en describir cómo el gonococo es capaz de suprimir la respuesta inmune de los macrófagos –célula vigilante del organismo- haciendo que estas células no cumplan su función protectora y además le generen un ambiente favorable.

“La estrategia que tiene esta bacteria para esconderse tiene una connotación en salud muy importante y hace que la sub-diagnostiquemos, porque no presenta síntomas”, señaló Escobar.

El otro problema que presenta es que su capacidad de adaptación hace muy difícil desarrollar una vacuna. A esto se suma el que la bacteria ha desarrollado resistencia a los antibióticos, lo que la suma a la categoría de los “superbichos” (superbugs). “Se cree que en un tiempo más, si no se encuentran los mecanismos de evasión que utiliza esta bacteria, vamos a tener un gonococo intratable”.

La Gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual y actualmente existen 78 millones de casos en el mundo, aunque se desconoce aquellos que, por las características de la bacteria, son asintomáticos. En Chile, ha habido un aumento de 200% respecto al número de cepas confirmadas en 2010.