Mensaje de error

Deprecated function: The each() function is deprecated. This message will be suppressed on further calls en _menu_load_objects() (línea 579 de /var/www/html/panoramaweb2016/includes/menu.inc).

Los tesoros de la caja de fieltro del Dr. Ottmar Wilhelm

El decano Franklin Carrasco se para en medio del hall del característico edificio en que alberga a la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas y, orgulloso, señala una finísima grieta que corre por medio del piso del hall.
?¿Sabe qué es eso?? pregunta.
La respuesta la entrega él mismo, casi sin esperar respuesta.
?Es el único vestigio que ha quedado en este edificio después de haber resistido los terremotos de 1939, 1960 y 2010.
Se trata, ciertamente, de un edificio muy resistente y especial, cuya historia se encuentra enraizada en los inicios de la Universidad de Concepción, pero que –en forma bastante sorprendente- se resume en una especial caja que el decano Carrasco custodia con gran celo, casi como si fuera un objeto sagrado.
Y no es para menos, pues se trata de un testimonio patrimonial inmenso, ya que en esa antigua caja de sombreros de fieltro, del tamaño de un notebook, se encuentra la colección particular de fotografías (junto con algunos documentos) que atesoró durante años el precursor de la Facultad, el recordado profesor Ottmar Wilhelm, quien comenzó a dejar su huella en la UdeC en 1923, cuando llegó a la universidad como profesor de zoología médica, asumiendo luego –entre muchos otros cargos- como Director del entonces Instituto Central de Biología, donde estuvo por muchísimos años.
Antes de fallecer (en 1974), el Dr. Wilhelm pidió al profesor Mario Alarcón Álvarez que cuando muriera, le resguardara una pequeña caja que guardaba en su oficina. Como la historia se repite en ciclos –dicen algunos-, casi 30 años después Alarcón también enfrentaba sus días finales, producto de una penosa enfermedad, pero antes de dejar de existir se preocupó de que el pequeño tesoro que había cuidado por tantos años quedara en buenas manos. Finalmente, falleció el 23 de marzo de 2003, y sólo unos días después de ello, la caja negra de fieltro llegó a la oficina del decano Carrasco.
Cuando el decano Carrasco –que no sabía de qué se trataba- desentrelazó la primorosa cinta que aún al día de hoy envuelve la caja se quedó asombrado ante su contenido, pues ante él aparecieron decenas de fotografías originales de las primeras clases de Biología, de la construcción del edificio, los primeros viajes realizados por los profesores, e incluso copia de los planos y del presupuesto confeccionado en 1931, que consideraba que la construcción completa costaría 596 mil pesos de la época, de los cuales la mayor cantidad estaban destinados a los muros y losas de concretos (130 y 70 mil pesos, respectivamente) que aún al día de hoy, se mantienen incólumes ante los embates del tiempo y las placas tectónicas.
Un poco de historia
Merecen ser recordados los inicios de la facultad, que muchos reconocen en forma característica por el esqueleto de la ballena rorcual, la última ballena cazada en las aguas de Chile, que flanquea su acceso principal y que de algún modo eclipsa la magnificencia del edificio, el cuarto en ser construido en el campus, luego de que el primer Rector, Enrique Molina Garmendia, regresara de su viaje por Estados Unidos, del cual llegó impresionado con la noción de ciudad universitaria que imprimió a la UdeC, y que en el país del norte tenía su máxima expresión en el campus de la Universidad de California en Berkeley, de donde el rector adaptó la idea de contar con un campanil que fuera ?como él mismo lo relató en su libro “De California a Harvard”? “como un faro espiritual, como un emblema del benévolo señorío de la cultura universitaria”.
En ese contexto, y con muchos contratiempos (entre otras cosas, por la pésima calidad del suelo penquista) comenzó la edificación de esta ciudad con la que soñaba Molina, para lo cual se levantaron primero (en 1929) el edificio de la Escuela Dental, que se incendió un mes después del terremoto de 1960 (hoy se emplaza allí la Pinacoteca junto al Depto. de Artes Plásticas, que ocupa la parte que no resultó incendiada) y posteriormente el edificio de Química Industrial, que con el tiempo se convirtió en la Facultad de Ciencias Químicas, edificio que resultó con severos daños luego del terremoto (e incendio) del 27 de febrero de 2010.
Posteriormente, a inicios de la década del 30, se emplazó el edificio de Anatomía, que hoy sigue incólume, y en forma casi simultánea, el de Biología, hoy Facultad de Ciencias Naturales y Biológicas, que fue inaugurado en octubre de 1934, parte de cuya historia se encuentra contenida en las fotos que se encuentran en la caja de fieltro de Wilhelm, que se pueden ver aquí, vía PatrimonioUdeC.
Con la colaboración de Johanna Navea