Recuperando información de uno de los períodos menos estudiados de Chiloé -el Siglo XIX- el académico del Departamento de Ciencias Históricas y Sociales de la UdeC, Dr. Marco Antonio León, ha reconstituido la cotidianeidad de la isla tras su incorporación al país, luego de la Independencia.
Fue una investigación de cuatro años, en un proyecto del Fondo Nacional de la Cultura, cuyos resultados han sido plasmados en el libro Chiloé en el siglo XIX. Historia y vida cotidiana de un mundo insular, presentado ayer en la UdC.
“Es un recorrido panorámico y apretado de la Isla de Chiloé en el Siglo XIX, en su vida cotidiana, entendida como la reconstrucción de los detalles del quehacer diario de los chilotes, a partir de lo que se puede investigar y lo que permiten las fuentes históricas”, señaló el académico.
Temas relativos a la vivienda, la alimentación, la apariencia de los chilotes, el comercio marítimo, las labores agrícolas, la administración de justicia, la religiosidad y la educación, en su contexto geográfico e histórico, son parte del texto, publicado por la Ediciones Universitarias de Valparaíso.
El investigador explicó que una de las motivaciones de este trabajo fue apreciar la forma en que se expresaba la dualidad tradición/modernidad en la Isla “y ver cómo se adapta una sociedad que ha tenido una mayor pervivencia de sus costumbres y su religiosidad, y que fue el último territorio en incorporarse a la República chilena, en 1826”.
De acuerdo al Dr. León, esta dualidad permite explicar, en parte, fenómenos actuales desde una perspectiva historiográfica. “En general, la gente tiende a ver la Historia como una disciplina que se centra solo en el pasado, pero lo que hacen la historia, la historiografía y su manifestación escrita, es problematizar el pasado para vincularlo a nuestra contingencia. No se trata solamente de rescatar figuras o anécdotas para el repertorio de un libro de costumbres”, dijo.
El libro fue comentado por el Miembro de Número de la Academia Chilena de Historia, Dr. Rodrigo Moreno, para quien este texto constituye un aporte, precisamente por hacerse cargo de “un vacío evidente desde el punto de vista historiográfico” respecto a Chiloé. “Este siglo es el menos tratado, porque no hay mucha documentación o la que hay está muy dispersa y, porque al fin y al cabo, era difícil de investigar”.
Otro de los méritos de este libro, según el historiador, está en su escritura, “ porque es de una pluma amena, un lenguaje que involucra con el libro; no es el clásico libro de historia que nos puede atosigar con muchos datos. Este libro está muy bien fundamentado y bien escrito y realmente invita a la lectura”, expresó.
El historiador destacó el marcado sello regional de este trabajo -es un libro que habla de una región, realizado y publicado en regiones, comentó- e instó a los estudiantes presentes en el lanzamiento a “atreverse a hacer historia desde regiones”.