Después de casi 20 años a la cabeza de las relaciones públicas y las comunicaciones universitarias –sólo faltaron 6 días, dice- la periodista Carmen Gloria Donoso se acogió a jubilación a contar del 1 de marzo.
A pesar de que dejó sus funciones  a comienzos de la semana, la fuerza de la costumbre la mantiene pendiente de las tareas que cotidianamente realizaba desde su oficina en la Rectoría. Cuenta, entre risas,  que esta mañana se encontró enviando un correo a quien era su secretaria recordándole la redacción de una comunicación protocolar.
Con los grados de magíster en Periodismo (Universidad de Siracusa, Estados Unidos) y en Ciencias de la Comunicación (Universidad de Montreal, Canadá), llegó a la Rectoría en 1992  al cargo de jefa de Relaciones Públicas, funciones que en poco tiempo se extendieron al área de comunicaciones, incluyendo la dirección de Panorama.
Recuerda que vio el aviso del concurso en el diario en momentos en que ya no soportaba la “pega” que tenía entonces y aunque en los requisitos se estipulaba una edad límite de 40 años -ella era mayor- logró quedarse con el puesto que, señala, le vino “como anillo al dedo”,  debido al momento laboral que pasaba.
En estas dos décadas ha sido testigo de los cambios que se han producido en la manera de comunicar universidad.  “Cuando asumí, la Universidad era per se una institución tan grande que era cubierta por la prensa local automáticamente…no había competencia por el espacio informativo”, relata, pero con el tiempo el contexto se hizo más complejo, lo que obligó a incorporar estrategias de gestión en la comunicación. “Ahora, producto de los conflictos en la educación, superior fundamentalmente, las universidades han vuelto a tener un peso noticioso que habían perdido”.
A su juicio, el gran potencial de la UdeC se encuentra hoy en el quehacer de investigación: “en estos años, la noticia científica ha tenido un desarrollo relevante y en esto la Universidad tiene mucho que decir”, precisa. Al respecto, destaca a complicidad que el equipo de comunicaciones ha logrado establecer con gran parte de los científicos universitarios, “lo que nos ha permitido poner temas de relevancia nacional e internacional en la agenda pública”.
A la hora de los balances, la académica del departamento de Comunicación Social –del que fue directora y donde continuará con una jornada de 12 horas-  cuenta que fue un período de crecimiento “en que tuve que adaptarme a nuevas circunstancias y nuevas tecnologías… me di cuenta que las herramientas de formación inicial no eran suficientes, por tanto seguí perfeccionándome (obtuvo el doctorado en Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Salamanca en 2006)…algo que agradezco”.
Por otro lado, agrega, alternar labores profesionales con funciones académicas “en mi caso fue una mezcla que me dio satisfacción, porque me permitió reflexionar sobre mi quehacer”. Pero  esta combinación tuvo un punto en contra: “las exigencias de la parte profesional eran tan intensas que no pude dedicarle tanto tiempo a la investigación”. A la hora de los balances, destaca como un momento muy importante en su trayectoria a cargo de la Unidad de Comunicaciones "la entrega del Honoris Causa al ex presidente Patricio Alywin (en 1994), en que logramos hacer una conjunción entre la academia y luchas políticas de tantos años y reivindicar la democracia como valor fundamental".
Más allá de los logros profesionales, para ella lo más importante son los lazos personales construidos y que -ya sabe- echará de menos.
Sin ser una “nativa” de esta Universidad, reconoce que “la UdeC se me metió en la epidermis…e independientemente de las instituciones en que estudié, ésta es la universidad de mis amores”.
La jefatura de la Unidad de Comunicaciones y RRPP de la universidad fue asumida por el periodista Carlos Basso, ex alumno de la UdeC y colaborador académico del Departamento de Comunicación Social.