Una activa participación tuvieron el docente de Oceanografía Billy Ernst y el estudiante de Magíster en Pesquería Pablo Manríquez, en el proceso de certificación de la sostenibilidad de la captura, con trampa, de la langosta de Juan Fernández, ante el Marine Stewardship Council, MSC.
El doctor Ernst fue el responsable de conducir el proceso que se extendió por 16 meses, con apoyo de la empresa británica Intertek-Moody Marine y del destacado investigador Patricio Arana, y que culminó este mes, con la recepción de la etiqueta azul que otorga el MSC, de acuerdo a rigurosos estándares técnicos y científicos.
Autoridades locales y de gobierno, científicos y pescadores recibieron, en la Isla Robinson Crusoe, el certificado que acredita las buenas prácticas en el desarrollo de la actividad económica más importante para el Archipiélago Juan Fernández.
“Este reconocimiento marca un hito dentro del país, ya que es la primera pesquería nacional y artesanal de Latinoamérica en certificarse e ingresar al selecto grupo mundial de 248 pesquerías certificadas por el MSC, que ayudan a garantizar ecosistemas marinos saludables para el futuro. La comunidad fernandeziana siente esta certificación como un reconocimiento a las prácticas sostenibles de pesca de su langosta (Jasus frontalis), que ya ha cumplido 121 años de actividad ininterrumpida”, señaló el investigador.
La MSC es una institución independiente, sin fines de lucro, que promueve la pesca sostenible en el mundo, mediante una eco certificación que identifica a los productos pesqueros que responden a sus estándares ambientales.  “Las etiquetas ecológicas o eco etiquetas son símbolos que se otorgan a aquellos productos cuya generación y reciclado producen un menor impacto sobre el medio ambiente, al cumplir una serie de criterios ecológicos definidos previamente”, señaló el académico.
Esta certificación apunta, también, a incorporar mayor responsabilidad a los mercados, reconociendo prácticas que aseguren la disponibilidad de pescados y mariscos, e informando a los consumidores para que privilegien productos obtenidos de forma sustentable.
El proceso de certificación requirió de una rigurosa revisión de 3 aspectos fundamentales de la pesquería: el estado de las poblaciones explotadas de langostas en los subsistemas de las islas Alejandro Selkirk, Robinson Crusoe-Santa Clara y Desventuradas; la gobernabilidad de la actividad y su impacto sobre el ecosistema.
Importante en este proceso ha sido el trabajo científico previo, de una década, sobre el Sistema de Juan Fernández, del que han sido parte desde sus inicios el profesor Billy Ernst y el Dr. José Orensanz (Cenpat, Argentina), el estudiante Pablo Manríquez y otros investigadores y alumnos.
De acuerdo al doctor Ernst, estos conocimientos han contribuido a fortalecer la identificación y descripción de un sistema de manejo tradicional de la langosta, que apoya la tesis de gobernabilidad local, así como el diseño y constitución de un programa permanente de monitoreo biológico-pesquero costo-efectivo, que ha permitido recabar información científica sobre el estado de las poblaciones de langosta.  Por último, agregó, todo esto también ha redundado en el apoyo técnico permanente de la Subsecretaría de Pesca.
Para el académico, esta certificación generará nuevos desafíos sobre la organización de la pesquería y el cuidado del ecosistema de Juan Fernández, con el fin de asegurar el recurso en torno al cual viven los 800 habitantes de la zona.
En la actualidad se capturan anualmente 90  toneladas de langosta en Juan Fernández, siendo China y Francia sus principales destinos.