En una nueva perspectiva de los estudios de transporte, investigadores de distintas partes del mundo han vuelto su mirada a la relación que existe entre las formas de desplazamiento de las personas y su acceso a los lugares que les permiten satisfacer sus necesidades y, en términos amplios,  ser parte de la sociedad.
En esta línea de trabajo se inscribe  la presentación que efectuaron los investigadores de la Universidad Federal de Pernambuco (Brasil),  Geraldo Marinho y María Leonor Maia, quienes visitan el departamento de Ingeniería Civil en el marco del proyecto Fondecyt sobre transporte y exclusión social, que llevan a cabo los docentes  Juan Carrasco (su director),  Alejandro Tudela y  Carolina Rojas.
Marinho y Maia mostraron los resultados de un estudio aplicado a dos comunidades de bajos ingresos en Recife,  para entender su relación con distintos modos de transporte y el desarrollo de su vida cotidiana.
La investigación se orientó, en particular, en el acceso al trabajo puestos de empleo, infraestructura de salud, servicios educativos, entre otros, a través de la observación de los desplazamientos de  grupos bien diferenciados (mujeres amas de casa, mujeres trabajadoras, estudiantes y hombres) tanto en las localidades de Coque  (más cercano al centro de la ciudad) y Santa Terezinha (zona de cerros, más alejada).
Marinhi explicó que una parte importante de este trabajo fue el registro cotidiano de los trayectos que cada una de las personas hace diariamente dentro del barrio, en las zonas adyacentes y en la ciudad en su conjunto, base para la elaboración de un mapa individual que da cuenta de los destinos de cada uno y la forma en que se desplazan hacia ellos.
La idea de estos mapas, dijo, es lograr establecer la relación espacial que cada participante del grupo tiene con el área vecina y el barrio en su totalidad, para conocer cómo se mueve dentro de la ciudad para desarrollar sus estudios, el trabajo o acceder a centros de compras, etc.
Y auque se trata de zonas que están cercanas a la red de transporte (sistema integrado metro-bus) los habitantes de ambos sectores en general realizan sus trayectos a pie (en ambos sectores) o en bicicleta (no en la zona de cerros).
El uso del transporte formal –como explicaron-  es menos usado en ambos casos, porque –cuando es posible hacerlo- prefieren destinar el costo del ticket a otras necesidades, pues  se trata de poblaciones con ingresos restringidos.
Para los académicos estas observaciones permiten complementar los estudios de transporte tradicionales (cuantitativos) “porque muchas veces los datos de agencias (de transporte) pueden decir que tienen más líneas o cobertura cercana al ideal o que las frecuencias son buenas, pero eso no es necesariamente así”, dice Marinho.  O no habla de la calidad de los servicios. Por eso, consideran importante complementar esto con las visiones del usuario.
El trabajo de los académicos brasileños es, como señaló el doctor Carrasco, uno de los pocos que abordan el transporte y la exclusión social en contextos latinoamericanos, ya que –explicó- la mayor parte de la literatura y las investigaciones provienen del mundo anglosajón. De ahí el interés por compartir experiencias entre grupos de trabajo.
El proyecto del doctor Carrasco -que van en su segundo año de desarrollo- constituye una primera aproximación a las formas de exclusión que pueden derivar de los sistemas de movilización en el espacio urbano, desde la perspectiva de un país subdesarrollado.
La iniciativa tiene como gran objetivo comprender y cuantificar el rol del sistema de transporte en la exclusión social, tomando como caso de estudio las ciudades de Concepción y Los Angeles.
A diferencia de los enfoques tradicionales, en esta área lo importante no son sólo  los viajes, porque -como sostiene Carrasco- “no se trata sólo de movilizarse y llegar a un lugar, sino de realizar actividades, de juntarse con otros”.
Esto –agrega- tiene que ver con una dimensión social del transporte que, en general, es ignorada en los estudios y sistemas de planificación, pero que permite tener una visión más amplia de los desplazamientos de las personas y, por ende, entender de mejor forma las ciudades.