En el marco del seminario de cierre del proyecto Fondef Idea “Inoculante bacteriano para la promoción de crecimiento y control de patógenos en tomate”, su directora, Macarena Gerding, junto con el equipo del investigación, expusieron los principales resultados de la primera parte de la iniciativa.

“Esta primera etapa fue netamente de investigación, donde el objetivo fue seleccionar bacterias que están asociadas a las raíces de distintos cultivos para encontrar cepas que permitieran la tolerancia de plantines de tomates a distintos tipos de estrés abiótico, como estrés hídrico, por salinidad o por bajas temperaturas, también seleccionar bacterias que permitieran controlar patógenos radiculares y otras que promovieran el crecimiento radicular a través de la secreción de fitohormonas. Lo que se hizo fue un largo proceso de selección para terminar con un grupo de bacterias que son compatibles entre sí a las que llamamos consorcio bacteriano y con esto desarrollaríamos un producto comercial a futuro”, detalló la académica.

En el proyecto también participan Marisol Vargas como directora alterna, quien analiza los aspectos fitopatológicos; Susana Fischer, especialista del área hortalizas; Pía Oyarzúa, quien se ha dedicado a los aspectos biomoleculares, además del personal que se contrató para el proyecto, como la ingeniero agrónomo Maurine Sepúlveda y la técnico de laboratorio Pilar Castro.

La segunda parte, que se contempla para otros dos años, apunta al escalamiento productivo y comercial, y a la realización de ensayos a gran escala. “El objetivo final es lograr producir plantines de tomate inoculados con el consorcio bacteriano y protegidos ante distintos factores de estrés, patógenos y con un mayor desarrollo radicular”, explicó la profesora Gerding.

Asistieron al seminario tesistas, académicos, científicos y representantes de las empresas que han colaborado en esta investigación, relacionadas con la producción de bioinsumos y la formulación de bioproductos.

Francisca Olave