En el marco de la conmemoración de la Semana Nacional de la Ciencia y la Tecnología, el investigador del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), el Dr. Cristian Vargas apadrinó un novedoso proyecto de divulgación científica.

La iniciativa partió del interés de unas estudiantes del Colegio Concepción Pedro de Valdivia, quienes, interesadas en las Ciencias del Mar, buscaban aproximarse a esta materia desde una óptica más empírica. En este contexto nació la idea de desarrollar un experimento enfocado en el tema de la acidificación de los océanos; una de las problemáticas que más preocupan a la comunidad oceanográfica en la actualidad y que, sin embargo, sigue siendo bastante desconocida para la sociedad en general.

El Dr. Vargas, quien es experto en esta materia, financió todo el experimento, el cual fue guiado por la profesional del IMO, Nicole Castillo. 

El citado proyecto comenzó con una visita de las estudiantes a los laboratorios del Centro de Ciencias Ambientales Eula-Chile, donde pudieron tanto observar de primera mano el lugar habitual de trabajo de los científicos como familiarizarse con el material que éstos utilizan. A este respecto, Fernanda Sagredo, una de las estudiantes participantes, manifestó su satisfacción al haber tenido la “posibilidad de visitar un laboratorio universitario por primera vez, espacio en el que además tuve la oportunidad de trabajar con materiales propios de la especialidad como las micro-pipetas y los reactivos”. 

Una vez aprendieron a hacer curvas de calibración y de alimento, visitaron la Estación de Biología Marina de la UdeC, ubicada en Dichato, donde se desarrolló el experimento central consistente en evaluar la influencia que el fenómeno de la acidificación tiene sobre los organismos marinos. En esta oportunidad, se utilizaron dos especies diferentes de “choritos” –Mytilus Galloprovincialis y Semimytilus Algosus– propios de la bahía de Dichato, los cuales fueron sometidos durante 20 días a dos niveles de dióxido de carbono simulando las condiciones actuales y las proyectadas para estos individuos en esta zona del país. 

Al final del experimento se midieron las tasas metabólicas de ambos organismos, concluyendo que no existían diferencias significativas entre las dos especies; aunque sí evidenciando un efecto significativo del pH sobre dichas tasas metabólicas en los organismos de la misma especie. La consecuencia de lo anterior es la disminución de los iones de carbonato indispensables para la formación de esqueletos y conchas, lo cual afecta directamente al desarrollo y respuesta inmune de los organismos marinos; haciéndolos de este modo mucho más vulnerables, y poniendo en riesgo su crecimiento a futuro, con todas las implicancias que esto supondría.

Sobre esta cuestión, Nicole Castillo clarificó que el aumento de acidificación es producto de la actividad humana, ya que si bien es un fenómeno natural propio del sistema, éste se ha incrementado en gran parte como consecuencia de las emisiones de dióxido de carbono, por lo que “trabajar con estudiantes que se interesen por estas temáticas ha sido muy satisfactorio, ya que es importante que se conozca que hay muchos problemas asociados al cambio climático, y en particular el de la acidificación”. Adicionalmente, Castillo enfatizó que “pudieron conocer mucho más sobre el rol de la mujer en la ciencia, lo cual fue un valor agregado”.

Concluido el experimento, las estudiantes presentaron los resultados en la Feria de Ciencias Naturales que tuvo lugar en Santiago, donde pudieron exponer no sólo las conclusiones de su estudio, sino compartir sus vivencias con el resto de participantes. En este sentido, la estudiante Katerine Escalona valoró “el carácter didáctico de la experiencia”, junto con destacar “la importancia que tiene dar a conocer los resultados del proyecto, así como las terribles consecuencias que puede tener a largo plazo la acidificación de los océanos”.

Aida Granell<>/strong>