Con una amplia variabilidad en su estructura química, la saponina presente en el quillay (Quillaja saponaria) ofrece unos 80 usos diferentes identificados por la ciencia, que despiertan un interés creciente en distintos rubros industriales.
De ahí la importancia de reconocer las variables que influyen en una mayor producción del compuesto, para inducirla a través de un manejo de este árbol nativo de Chile. Este es el tema central de la investigación de la estudiante del doctorado en Ciencias Forestales, Angélica Grandón, quien en el desarrollo de su tesis se ha perfeccionado en el estudio del manejo de quillay para producción de saponinas y las propiedades físicas de estas.
Esta sustancia –que también se encuentra en la quínoa- posee propiedades tensoactivas,  que permiten un amplio uso en la generación de compuestos coloidales e interfaces, emulsiones y espumantes (para detergentes y bebidas como la cerveza).
También, es de alto interés en las industrias farmacéutica, fotográfica, cosmetológica, así como en medicina y alimentos, entre otras, pero –explica - su mayor valor comercial lo alcanza  como saponina de alta pureza, que es utilizada como coadyuvante en vacunas y desarrollo terapéutico. Además, tiene aplicaciones en la minería, por la capacidad de retención de minerales en piscinas de flotación, y en el área agrícola, para la preparación de pesticidas y fungicidas.
 “Un objetivo ambicioso de mi tesis -que escapa del manejo de quillay para producción de saponinas- fue evaluar las propiedades físicas de estas sustancias, para saber si el manejo que estamos realizando a las plantas tiene efectos en ello. Al profundizar en el tema, descubrí que posee propiedades de biomaterial, utilizados para la tecnología en compuestos orgánicos y vivos, y aplicación en  el área de la nanotecnología”.
Para conocer más de este aspecto, la estudiante cumplió una pasantía en la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, donde trabajó por 6 meses junto al experto en biomateriales, doctor Orlando Rojas.
Fruto de este trabajo, la investigadora logró la caracterización física de 12 procedencias de saponinas derivadas de plantas con manejo en vivero.
La caracterización se hizo sobre la base del análisis del comportamiento de las saponinas de Quillaja saponaria en un sistema de membrana estático, monitoreados en tiempo real mediante microbalanza de cuarzo, y de las propiedades físicas, como la tensión superficial y ángulo de contacto.
Angélica explica que las procedencias presentan diferentes respuestas frente a las condiciones físicas de análisis. Por tanto, agrega, “el manejo de las variables en las plantas provoca no sólo cantidad de saponinas, sino calidad de respuesta diferente”.
Este estudio –como señala la futura doctora- tiene implicancias de generación de conocimientos para el ordenamiento forestal de la especie y la oportuna cosecha para la producción de saponinas; así como para la producción masiva de plantas bajo manejo variable, dirigido al aumento de la concentración del compuesto en los árboles.
Asimismo, abre camino para investigaciones futuras. “Hay mucho por hacer en áreas como la biotecnología, estudios fitoterapéuticos y anticancerígenos; generación de biomateriales, química de coloides e interfaces”, señala la profesional, a la vez que advierte que siendo Chile un comercializador mundial de saponinas, “la  mayoría de los estudios científicos han sido realizados en el extranjero”.